AdSense

viernes, 15 de diciembre de 2017

Mamtak LeShabat Miketz Januka 5778

En noviembre de 1979, fueron secuestrados 52 empleados de la embajada de Estados Unidos en Irán, y las Naciones Unidas organizaron una delegación de clérigos (religiosos) para ir a visitarlos. El Rebe utilizó su influencia para que el Rabino Hershberg, Rab Harashí de México sea incluido en la delegación.

Cuenta el Rabino Hershberg: "Antes de que salgamos, fui al Rebe para recibir su bendición. Realmente necesitaba su Brajá, ya que tenía mucho miedo de lo que nos podría pasar en Irán; el Rebe rechazó todas las preocupaciones. Me guió en algunos puntos, y al final me dijo: "Por supuesto, no te olvidarás de encender las velas de Januka con el personal de la embajada." Sus últimas palabras fueron desconcertantes, ¡ya que para Januka faltaban más de dos meses!

En la práctica, por diversas razones, la partida de la delegación se retrasó hasta...dos días antes de Januca!

"En camino a la visita al edificio de la embajada, pedí permiso para llevar e ingresar una Janukiá en el edificio. La sorprendente respuesta que recibí fue:"Los católicos encenderán luces en honor a su fiesta, y no hay razón por la que los Judíos no puedan también encender sus candelabros."

"Cuando llegamos a la embajada, me sorprendió descubrir entre los secuestrados seis Iehudim. Es difícil de describir con palabras la emoción que sintieron al ver un rabino que vino especialmente para visitarlos. Les conté sobre el Rebe de Lubavitch, y su petición especial, hace dos meses, para que enciendan velas de Janucá. La alegría enorme y el baile estallaron tras el encendido y nos arrastraron por un largo rato."

"A raíz de la visita fuimos invitados a asistir a una oración masiva en la plaza principal de Teherán, liderada por el propio ayatolá Jomeini. A la oración asistieron un millón de personas. Me puse de pie en el escenario con Jomeini y miré a la enorme multitud. En un momento dado toda la multitud se puso de rodillas y se inclinó a la tierra. Todo el mundo, menos yo. Cuando el servicio culminó fui citado por Jomeini y me exigió una explicación. Le dije que era judío y no entendía sus oraciones, así que no podía inclinarme sin saber a quién se estaban inclinando. Él se quedó sorprendido con mi respuesta, pero a su vez pareció estar entendiendo y asumiendo su sinceridad. En esa conversación le supliqué que no oprima a los Iehudim. Me prometió que haría algo al respecto y efectivamente mantuvo su palabra. Cuando fue declarado en los días de Elul de ese año un toque de queda general en Teherán, las autoridades avisaron que un Judío llevando un manto de oración y Tefilin podían salir a la calle a las cuatro de la mañana, para que pudieran llegar a la sinagoga para Selijot.

"Solo cuando estuve en camino de regreso a los Estados Unidos comencé a entender lo que estaba pasando. Ahí también comencé a tener una idea de la mirada clarividente (y a distancia) del Rebe. No me sorprendí tanto del Ruaj Hakodesh acerca de las velas de Janucá. Admiré más el sentido de la responsabilidad y su amor para con los Judios que nunca había visto o conocido, su audacia para enviarme allí, el asesoramiento y la tutela demostrado hasta el final, y el éxito Divino al que tuve mérito en el cumplimiento de su Shlijut. Ashreinu, dichosos somos de tener un líder así."

***

En la Parashá de esta semana leemos acerca de Iosef que llega al Faraón después de 22 años de sufrimiento en Egipto, y sabe que esta es su oportunidad de salir de la difícil situación que padecía. Al parecer, se suponía que debería hablar de sí mismo, mostrarle al Faraón lo inteligente que es y cuánto le conviene al faraón dejarlo junto a él, y en su lugar, ¡Habla solo de Di-s! Y le dice al Faraón: "¡"Biladay" ('no soy nada'), Di-s responderá a la paz del Faraón!" Y continúa mencionando constantemente el nombre de Di-s. Como sabemos, en Egipto el faraón era considerado una deidad, y la palabra Elokim no estaba aceptada, y sin embargo, Iosef insiste firmemente en su fe, sabiendo que esa es la única manera de tener éxito, y vemos de hecho que la firme fe de Iosef afecta también al Faraón, y, finalmente, él también comienza a utilizar términos divinos y dice: "Acaso será encontrado algún hombre que tenga el Ruaj Elokim en él!" y lo nombra a Iosef virrey.

Esta firme Emuna, es también la historia de Jánuca. Matitiahu y sus hijos eran pocos y débiles frente a fuertes y muchos griegos, y se mantienen firmes en su Emuná en Hashem, y en mérito a eso ven milagros, y salen victoriosos, en contra de toda estadística y lógica.

Yehi Ratzon, que estos días de Janucá aprendamos también nosotros a pararnos con orgullo en mantener nuestro Yahadut, aumentando en Mitzvot y buenas acciones, y gracias a esto veremos milagros como 'en aquellos tiempos en este momento', con la Gueulá completa muy pronto.

Shabat Shalom
Rab Nejemia Vilhelm
Beit Jabad Bangkok, Tailandia
Traducido por Jasidinews.com



No hay comentarios:

Publicar un comentario