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lunes, 28 de agosto de 2023

La respuesta que recibió el Josid del Berditchever

Un Jasid de Rab Levi Itzjak de Berditchev poseía una habilidad única que entre los comerciantes de madera se buscaba con entusiasmo. Podía calcular y tasar el valor de los árboles y terrenos forestales a partir de un ligero examen superficial. Su talento era muy valorado, ya que un comerciante de madera a menudo tenía que decidir muy rápidamente si comprar o no un bosque.

Una vez, un rico comerciante de madera intentó contratar a este jasid y le ofreció un muy buen salario. "¿Dónde está ubicada tu empresa?" le preguntó.

"En una ciudad cerca de los distritos boscosos de Siberia".

"Ese pueblo está muy alejado de la comunidad judía. ¿Cómo educaré a mis hijos?"

"Eso no es problema. Puedes contratar un maestro para ellos a cargo mío."

"Como sabrás, soy un jasid y necesito una Mikve para sumergirme todas las mañanas."

"Construiré una Mikve en el lugar."

"¿Y qué hay con el Minián?"

"Tengo ocho judíos trabajando para mí allí.  Contigo y el maestro de tus hijos serían diez."

"Me gustaría consultarlo con mi Rebe antes de tomar cualquier tipo de compromiso. Te daré una respuesta en unos días."

El jasid llegó a Berditchev y solicitó una audiencia con el Rebe. El asistente le dijo que el Rebe estaba ocupado, tratando justo una pregunta halájica acerca de un pollo. Cuando terminara, podría tener lugar la audiencia.

El jasid esperó afuera. Enseguida escuchó al Rebe hablar.

"Ay, pollito, pollito, qué pena. Lo tenías todo tan bien servido en el gallinero de tu dueño. Te alimentaban con comida abundante, sabrosas semillas de mijo y migas. Sin embargo, ansiaste más, así que vagaste y deambulaste allí afuera en busca de comida perdida, mordisqueando todo lo que encontrases. ¿Qué resultó de todo eso? Te tragaste esta aguja y te perforó el estómago. Ahora me veo obligado a declararte: Treif! Treif! Treif!"

Al escucharlo al Rebe, el Jasid se dio cuenta inmediatamente que sus palabras contenían también una lección para él mismo.

"Ya no necesito tomar del tiempo del Rebe", le dijo al asistente. "Ya tengo mi respuesta."

 

[Adaptado por Yerachmiel Tilles de "Cuentos en la mesa de Shabat" (págs. 58-59), Rab Yehuda Jitrik, Reshimat Devorim.]

jueves, 24 de agosto de 2023

Historias de Shlijut en Madrid - Reb Itzjak Goldstein A"H - #1

Rab Itzjak Goldstein, Sheliaj del Rebe a la ciudad de Madrid por más de 40 años, y quien recibió varias instrucciones específicas y personales del Rebe en su Shlijut, falleció este 29 de Av 5783, a los 72 años. והקיצו ורננו שוכני עפר.




Una historia de su Shlijut, relatada por él para Beis Moshiaj


"Un domingo por la mañana, vino a verme un joven universitario (lo llamaremos David) con quien estudio un Shiur (una vez por semana) de Tania, durante varios meses.

Antes de empezar el Shiur de esta mañana, me comentó que debido a su trabajo se vio obligado a mudarse de Madrid a Valencia; allí consiguió un trabajo fijo, todos los días. Y tiene suerte de estar libre del trabajo en Shabat.

Y por eso, David me sigue diciendo, a partir de ahora el único día que podemos estudiar Jasidut en el Beit Jabad serían los domingos, porque trabaja toda la semana en Valencia, y los viernes después de terminar el trabajo, tiene que trasladarse hasta la comunidad judía más cercana, en Madrid (una distancia de unos 350 km) para celebrar Shabat en un ambiente judío. (Porque hay muy pocos judíos en Valencia, muy poca gente viene a rezar y sólo para la noche, el Kabalat Shabat; él no siente la santidad y clima de Shabat en Valencia.)

Pero, me cuenta David, lamentablemente hay veces que su trabajo termina los viernes a última hora de la tarde, y no está en su control a qué hora terminan de trabajar... como resultado no le queda otra opción, y a veces los viernes, viaja por la tarde llegando a Madrid lamentablemente cuando ya ha comenzado Shabat...

Pero, me continúa contando David, apenas llega se cambia, se pone ropa de Shabat, reza la Tefilá y hace el Kidush, y allí siente la Kedushá del Shabat. Y lo principal es que a la mañana siguiente, durante el día de Shabat, va a la sinagoga a hacer Tefilá y escuchar la lectura de la Torá, etc., y luego hace Kidush, etc.

David me pregunta, ¿es correcto lo que hago, lo de a veces salir el viernes por la tarde, llegando a Madrid cuando ya es de noche?

Le dije: 'Shamor veZajor -  Recuerda y observa, (estas dos palabras) en una misma declaración fueron pronunciadas en los diez Mandamientos' , es decir, recordar la Kedushá del Shabat va en conjunto con evitar su profanación, y es imposible dividirlos, no puede uno empujar al otro. Incluso a costa de observarlo mejor el resto del día, no se puede profanar el Shabat ni por un instante.

David escuchó estas palabras y se quedó callado. Le dije que era preferible que se quedara en Valencia durante todo el Shabat solo, sin Minian y sin 'amigos y clima', con tal de no profanarlo ni por un momento. Además le sugerí que hablara con su jefe en la oficina, para que ideara cómo organizar su trabajo los viernes, de modo que cuente con tiempo para llegar temprano a Madrid, antes del comienzo del Shabat.

Pero David afirmó que eso no depende de él y no puede manejarlo, y por lo tanto, la próxima semana va a pensarlo y tomaría una decisión de cómo se comportaría. Me preguntó también si no lo hace menos grave el hecho de que él mismo no maneja ni toca nada, simplemente está sentado en un asiento en el auto y un no-judío es el conductor...

Le dije que no hay una permisión para esto y que si realmente busca una solución, Hashem seguramente lo ayudará.

Después de eso comenzamos nuestra clase de Tania como de costumbre (y la luz y chispa jasídica hacen su efecto automáticamente). Al final del Shiur le dije: "Bueno, David, ¿cuándo nos volvemos a ver para estudiar Tania? ¿El próximo domingo entonces?" David me dijo: Rabino, he decidido en esta última hora no profanar el Shabat y me quedo en Valencia este próximo sábado, así que el domingo no me alcanzaría el tiempo (para viajar y volver luego al trabajo). ¡No sé cuándo nos volveremos a encontrar, pero el Shabat para mí es Kadosh!

jueves, 17 de agosto de 2023

El Año de la Construcción

Fue a principios del año 1992, [justo un día antes de que el Rebe de Lubavitch sufriera un derrame cerebral debilitante]. Miles de personas hacían fila para recibir la Brajá del Rebe y un dólar (para fomentar la Tzedaká).

Rab Yosef-Itzjak Pevzner también estaba en esa fila con un grupo de unas veinte personas, allegados y patrocinadores de su Beit Jabad esperando para hacerle entrega al Rebe de las llaves del enorme campus (que costó millones de dólares) que acababan de terminar de construir en París, Francia.

Tres años antes, en 1989, el Rebe declaró públicamente que ese año era Shnat HaBinyan - 'el Año de la Construcción'. Inmediatamente, cientos de instituciones de Jabad en todo el mundo comenzaron a construirse. Pero muy pocos, si es que hubo alguno, fueron de una escala tan grande como la del rabino Pevzner.

Rab Pevzner decidió construir un campus de edificios en adición a los edificios de la escuela y la Pnimiá que ya tenía. Pidió la Brajá del Rebe, la recibió y, semanas después, contaba con decenas de donantes adinerados interesados en su sueño. Ahora también podría admitir muchos más alumnos.

El proyecto era inmenso. Casi más de lo que esperaba el rabino Pevzner. Hubo muchas crisis y dificultades y tuvo que consultarse con el Rebe (quien se hizo partícipe con grandes donaciones y brindó también varias respuestas) innumerables veces.

Y después de tres años de trabajo día y noche casi sin descanso, se terminó. ¡Un milagro!

Ahora la fila avanzaba y finalmente llegó su turno. ¡Estaban parados frente al Rebe! Todos radiantes de alegría cuando Rav Pevzner se adelantó y le entregó al Rebe el manojo de llaves de todos los edificios y anunció con orgullo:

"Rebe, gracias a Di-s, el campus está terminado. Nos tomó tres años muy difíciles. Si no hubiera sido por las bendiciones y los consejos del Rebe, no podríamos haberlo logrado. Pero ahora, con la ayuda de Di-s, está terminado, y aquí están las llaves."

El Rebe tomó las llaves y, con una cara sonriente, dijo: "Comience inmediatamente a construir un nuevo edificio."

¡Todos estaban shockeados! Después de tres años de trabajo constante, pensaron que ya habían hecho más que suficiente. Pero el Rebe nunca se equivocó.

Les dio a cada uno de ellos un dólar (además de los cien dólares que había enviado antes a todos los grandes donantes), los bendijo a todos con éxito y un buen viaje de regreso, y regresaron a Francia.

Pero estaban completamente confundidos. Si no hubieran estado familiarizados con la grandeza del Rebe y su conocimiento aparentemente infinito tanto de Torá como de los asuntos seculares, no habrían tomado en serio lo que dijo.

¿Para qué necesitaban otro edificio? El plan era trasladar a los estudiantes a los nuevos edificios y los viejos edificios vacíos podrían usarse si fuera necesario, cuando haya muchos más alumnos, lo cual era muy poco probable. ¡Los nuevos edificios eran más que suficientes!

Pero aún más improbables eran las posibilidades de conseguir más terrenos de la ciudad; de hecho, era prácticamente imposible. El terreno que adquirieron ya era un milagro.

Pero Rab Pevzner, como fiel 'Sheliaj' del Rebe, ya no pensaba en términos normales; estaba acostumbrado a los milagros.

Fue a la municipalidad e inmediatamente pudo obtener una audiencia con el Ministro de Vivienda. Tan pronto como entró en su oficina, fue directo al grano; necesitaba otro terreno para construir otro edificio aún más grande.

Esperaba una respuesta como: "¡Más terrenos! ¿Pero para qué, rabino, si ni siquiera ha comenzado a usar lo que tiene? O, '¿No le gustaría tal vez que le entregue todo París'?".

Pero en cambio, el ministro se puso de pie y solicitó cordialmente que el rabino Pevzner lo llevara a dar un recorrido por el nuevo campus que acababa de terminar de construir.

Se hicieron los preparativos necesarios, y poco después el rabino pudo dedicar un buen tiempo mostrándole y explicándole los diversos sectores del edificio. Finalmente, mientras caminaban, se armó de valor y le preguntó al ministro si era un hombre religioso.

El ministro asintió, tras lo cual el rabino Pevzner comenzó a hablarle acerca del Lubavitcher Rebe, terminando con las palabras: "El Rebe quiere que construyamos un nuevo edificio. Es decir, otro edificio adicional. Y el Rebe nunca se ha equivocado."

El ministro se detuvo de repente. Lo mira de frente al rabino Pevzner, muy serio y le dice: "He oído hablar de tu Rebe y tenía entendido que es un hombre muy sabio. ¡Pero ahora sé que también es un profeta!"

El rabino Pevzner se sorprendió. ¿Quizás el ministro estaba siendo sarcástico? Pero entonces el hombre continuó.

"Rabino, no debes decirle a nadie lo que voy a contarte ahora. El intendente va a tomar todos tus edificios viejos. Ustedes se quedarán solo con estos nuevos. Él solo está esperando hasta después de las elecciones porque no quiero hacerse enemigos, pero ya se ha decidido. Los edificios de tu vieja escuela serán demolidos, y el terreno te lo quitarán para onvertirlo en un nuevo centro comercial. Y entonces te será imposible conseguir otro terreno o admitir más alumnos.

"No hay forma de que su Rebe haya podido enterarse de esto. ¡Es pura profecía! Rabino, como te dije, soy un hombre religioso y reconozco un milagro cuando lo veo. Vení mañana a mi oficina y te daré el terreno que estés necesitando, y entonces debes construir tanto como sea posible y tan pronto como sea posible. Antes de las elecciones."

Al final, el milagro llegó de otra manera.

El intendente perdió las elecciones y parecía que no hizo falta ningún milagro. ¡Hasta que, solo unos días después, se produjo un incendio que destruyó por completo los antiguos edificios!

¡Pero con el nuevo edificio adicional que el rabino Pevzner construyó a pedido del Rebe, pudo admitir más alumnos, y en poco tiempo también se llenó de nuevos alumnos que parecían haber aparecido de la nada!

¡El Rebe previó todo esto más de dos años antes de que sucediera!

Fuente: "HaGeula" (#253 - 2004).

domingo, 6 de agosto de 2023

La Kábala en contraste con la Oficina de Reclutamiento - 20 de Av

Reb Oizer Wienikursky cuenta el momento traumático en el que estuvo a punto de ser reclutado por el ejército ruso. Para un judío religioso ingresar al ejército comunista ruso brutalmente antisemita implicaba una experiencia peligrosa y agonizante.

El joven jasid acudió a Rav Levi Itzchak Schneerson, Rabino principal de Yekatrinoslav, para pedirle su bendición para asegurar un aplazamiento. Pero al rabino no le bastó simplemente con darle una Broje. En cambio, le dio a Oizer instrucciones sumamente detalladas; especificó la fecha y la hora exactas en las que debía presentarse en la oficina de reclutamiento, qué ruta tomar para llegar allí, los capítulos particulares de Tehilim que debería decir de antemano y exactamente cuántas monedas debía dar para Tzedaká.

También le indicó que cuando se parara en la entrada del edificio, debía detenerse, concentrarse y tener en mente el nombre sagrado de cuatro letras de Di-s. El Rab entonces lo bendijo y le prometió que nada malo le sucedería. Concluyó solicitando que el joven volviera después con un informe detallado de todo lo ocurrido.

Wienikursky siguió cuidadosamente todas las instrucciones del rabino. Cuando llegó a la oficina de reclutamiento, lo enviaron a una gran sala con varios escritorios. En cada una de estas mesas estaba sentado un médico con una especialidad particular, quien tenía la responsabilidad de examinar a cada candidato que pasara ante él, pero sólo en su área de especialización. Cada recluta, a su vez, debía acudir ante cada uno de los médicos, a fin de determinar su estado de su salud y descartar cualquier posibilidad de engaño.

“Pasé por la fila de mesas y fui examinado por cada médico”, relata Oizer, “cada uno anotó su opinión, por turno. Finalmente, llegué al escritorio del funcionario que notificaba a los reclutas la decisión de la Oficina.

El hombre me miró con lástima y exclamó: "¡Pobre hombre! ¿Qué pasó con usted?! ¡Cada médico le encontró algo malo y el diagnóstico de cada uno lo describe con una enfermedad diferente!"

Se fue a salvo con una exención completa y absoluta del ejército.

Fuente: "Em Beisrael" y Kfar Jabad Magazine - Yerajmiel Tilles

jueves, 3 de agosto de 2023

Un erudito fenomenal y un verdadero amigo - Rab Shteinsaltz

17 de Menajem Av - Yortzait Rab Adin Even Israel - Shteinsaltz (5780 - 2010)





Gaón y Jasid. Autor de más de 400 libros sobre todos los aspectos de la Torá, incluyendo Kabalá y Jasidut, aunque es más conocido y célebre por su monumental traducción lineal con comentarios de todo el Talmud de Babilonia, que comenzó a la edad de 28 años y finalmente completó en 2010.

Uno de sus discípulos más cercanos contó:

Durante uno de sus embarazos, mi esposa, que tenía diabetes juvenil, sufría de caídas drásticas, peligrosas y descontroladas en los niveles de azúcar en su sangre. Un viernes por la noche me encontré con el rabino Steinsaltz en el Beit Hakneset.

"¿Cómo van las cosas?" me preguntó.

"Para nada bien", respondí y comencé ahí mismo un recuento de toda la difícil situación.

Rab Adin preguntó acerca de los médicos y le respondí que ya habíamos probado todo. Bajó la mirada, esperó un poco, me miró con ojos penetrantes y me preguntó:

"¿Y Tefilá? ¿Estás rezando?"

A decir verdad, su pregunta me irritó. "¿De verdad cree usted que la Tefilá puede hacer algo?" Le respondí. "¿Estas palabras de verdad equilibrarán su nivel de azúcar?"

Rab Adin se puso rojo. Después de un momento me dijo: "Mira, si no crees en el poder de la Tefilá, entonces la única solución es que Di-s te empuje contra la pared. Él te apretará y te causará dolor hasta que finalmente, no solo que harás Tefilá, sino que gritarás. ¡Y entonces Él responderá!

La respuesta del Rab Adin Shteinsaltz me hizo sentir muy presionado e incluso un poco ofendudi. Empecé a sollozar, desconsoladamente. Me miró con compasión y me bendijo con un "Shabat Shalom", después de lo cual me fui a casa.

Sorprendentemente, desde ese día de Shabat hasta el final del embarazo, mi esposa no tuvo una caída glucémica significativa. En otras palabras, ¡nos salvamos!

Rab Adin estaba muy feliz de escuchar las buenas noticias. Cuando le agradecí profusamente, me respondió con una frase que para mí es inmortal:

"Mira, no sé si soy un 'Baba' cuyas Tefilot son más aceptadas que las de los demás. [No creo...]De todos modos, en realidad creo que sucedió aquí algo completamente diferente. Cuando le cuentas a un amigo tu problema desde lo más profundo de tu corazón, desde el punto débil de tu dolor - Di-s escucha.

"Este es el significado explícito del versículo: אָז נִדְבְּרוּ יִרְאֵי ה' אִישׁ אֶל רֵעֵהוּ וַיַּקְשֵׁב ה' וַיִּשְׁמָע' - "Entonces la gente temerosa de Di-s habló el uno con el otro, y Di-s escuchó, y Él oyó."  Hablaste desde lo profundo de tu corazón con un buen amigo y Di-s escuchó."

Fuente: Rab Yerajmiel Tilles 

miércoles, 2 de agosto de 2023

Luna llena

Rabí Shneur Zalman (el primer Rebe de Jabad) fue visitado una vez por un Melamed (maestro) de Klimovitz.

"Tengo un pequeño favor que pedirte", le dijo el Alter Rebe. "En tu camino de regreso a casa, por favor pasá por la ciudad de Yanovitz y pídele Mezuzot a Reb Reuven, el Sofer [escriba]", dijo.

Encantado con la oportunidad de satisfacer el pedido de su Rebe, el jasid partió de inmediato. En el camino, pensó: "Creo que le pediré a Reb Reuven que me escriba algunas Mezuzot a mí también. Sí, a pesar del elevado precio, compraré algunas. Después de todo, ¿hay prueba más grande de su calidad que este hecho que el Rebe mismo compra sus Mezuzot?"

Cuando el jasid llegó a la casa del soifer, le encargó las Mezuzot, tanto para el Alter Rebe como para él. Reb Reuven le dijo que tendría que esperar unos días. Fiel a su palabra, unos días más tarde, las Mezuzot estaban listas.

"Ten cuidado de no mezclar tus Mezuzot con las Mezuzot del Rebe", le advirtió Reb Reuven al melamed mientras se las entregaba, indicando cuidadosamente qué paquete era cuál.

El melamed decidió intencionalmente darle al Alter Rebe las otras y quedarse con las Mezuzot del Rebe para sí. Razonó: "¿Qué posible daño podría resultar de cambiar una tanda de Mezuzot por la otra? Si el Rebe nota el cambio, podré disculparme por haberlas mezclado."

Cuando el melamed llegó a Lubavitch, corrió a la casa del Rebe para darle las Mezuzot. El Rebe examinó cuidadosamente el paquete y miró atentamente cada una de las Mezuzot. Luego se volvió hacia su jasid y le dijo: "¿Son estas las que me envió Reb Reuven?"

El melamed se puso nervioso y respondió a regañadientes: "Tal vez cometí un error y confundí el (paquete de Mezuzot) suyo con las que me compré para mí."

Entonces sacó el segundo paquete y se las entregó al Rebe.

El Rebe las examinó de cerca. Finalmente alzó la vista y dijo felizmente: "Ah, sí. Estas son las Mezuzot que encargué."

Molesto y confundido, el melamed volvió a Yanovitz para enfrentarlo al Soifer, Reb Reuven. "¿Por qué me vendiste Mezuzot que no eran buenas?!" le reclamó en voz alta.

Le contó al sofer que por error le había dado al Rebe el paquete equivocado. Luego describió en detalle la reacción del Rebe al primer paquete (las designadas por Reb Reuven como las Mezuzot del melamed) y luego al segundo (las designadas para el Rebe).

"Debe ser", concluyó, "que las primeras Mezuzot no sirven."

Reb Reuven respondió delicadamente. "Quedate tranquilo, tengo la certeza de que tus Mezuzot también fueron escritas, al igual que las del Rebe, con las especificaciones más estrictas, con la misma concentración de pensamiento (Kavanot) y con todos los requisitos establecidos por el Arizal (de Tzfat). La única diferencia entre los dos sets es que tenía instrucciones previas del Rebe de escribir las suyas solo en día de luna llena. Es por eso que tuviste que esperar varios días en Yanovitz: no podía comenzar a escribir las Mezuzot del Rebe hasta que sea el 15 del mes. El Rebe debe haber visto que las Mezuzot que le diste fueron escritas antes de luna llena y sospechó que eran las equivocadas."

Hay mucho que aprender de esta historia.

Fuente: Yerajmiel Tilles