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domingo, 19 de septiembre de 2021

Dos Sukot destartaladas


Era el año 1927. El lugar era Simferopol, en el sur de Ucrania, entonces parte de la URSS. Reb Peretz Mochkin era un hombre ya marcado. Como devoto seguidor y Jasid de Rab Yosef Itzjak Schneersohn, el sexto Rebe de Lubavitch, y vigorosamente activo en la red clandestina de instituciones judías de Jabad, vivió sus días bajo el temor constante de la policía secreta y sus representantes.

Justo antes de la célebre festividad de Sucot, Reb Peretz se enfermó de tifus; sintió que sus días estaban contados. Pero entonces, alguien llamó a la puerta. Su viejo amigo, Reb Yankel Maskalik, de la ciudad de Zhuravitz, había hecho el viaje de 1.200 kilómetros para visitar y llevar a la familia Mochkin la alegría festiva que tanto necesitaban. La hija de Reb Peretz, Guta Schapiro, más tarde le recordaba a sus nietos que "La suká era muy pequeña y estaba muy mal construida, no queríamos que la KGB se enterara, y Reb Yankel era un hombre grande, corpulento, así que cuando se sentó en la suká con mi padre, no había lugar para nadie más."

Los hombres comenzaron a cantar "A Sukaleh a Kleiner", una canción folclórica en idish sobre una familia judía en una sucá destartalada. Mientras los vientos aúllan afuera, el padre en la canción le asegura a su familia que las velas del Yom Teb no se apagarán y que la Suká se mantendrá en pie.

Mientras los dos rabinos se sentaban y cantaban, y la sucá improvisada se balanceaba de un lado a otro con cada uno de sus movimientos, los niños sabían en sus corazones que nadie, ni siquiera Stalin, podría apagar la llama del judaísmo.

Reb Peretz finalmente se recuperó y logró escapar luego de la Unión Soviética en 1947. Reb Yankel fue arrestado en 1937 por la KGB y fusilado por sus actividades "contrarrevolucionarias".

Seguramente fue divinamente dispuesto (y cuan acertado y adecuado) que la bisnieta de Reb Yankel, Jani Galperin, se casara con el bisnieto de Reb Peretz, el rabino Jaim Lazaroff. Los comunistas rusos se fueron hace mucho, pero el linaje de los rabinos sigue fortaleciéndose.

Casi 90 años después, el rabino Jaim y Jani Lazaroff, codirectores de Jabad de Uptown Manhattan (New York) han convertido ya en una tradición recibir a 100 personas en su gigantesca Suká cada año en la primera noche de Sucot como tributo a su antepasados ​​y el triunfo del espíritu judío. "Es una celebración conmovedora de Ajdut, con tantos judíos de diferentes niveles de observancia, todos juntos en una suká", comenta Jaim Lazaroff.






Video: Pasión por la música

Usando los talentos otorgados por Dios para bien


Música - Si alguna vez te has dejado llevar por un ritmo movido o una melodía conmovedora, sabrás que la música tiene una capacidad única de elevar e inspirar. Sin embargo, pocos llegaron a verlo de cerca como los talentosos hermanos y dúo musical, Yosi y Avi Piamenta.

Cuando comenzaron su viaje de regreso a la observancia del judaísmo, no estaban seguros de si tendrían que dejar atrás su pasión: ¿es el Rock and Roll realmente el lugar para un buen muchacho judío? Pero el consejo y la perspicacia del Rebe los guiaron en sus carreras y los capacitaron para convertirse en embajadores musicales, trayendo Divinidad y Santidad al mundo a través de sus talentos únicos."




lunes, 13 de septiembre de 2021

Video: Dando Tzedaká con abundancia

Sobre dar צדקה de forma generosa. Cuanto más uno da, más recibe.


sábado, 11 de septiembre de 2021

Pidiendo Perdón


Cuando el sexto Rebe de Jabad, Rabi Yosef Itzjak Schneersohn, llegó a la edad apropiada para casarse, surgieron varias proposiciones. Una de los sugeridas fue la joven Rebetzn Nejama Dina, hija de Rab Avraham Schneerson de Kishinev (hijo de Rab Isroel Noaj Shneersohn, quien era el Rebe de Niezhin e hijo del Tzemaj Tzedek, el tercer Rebe de Jabad.)

El padre del futuro novio, el Rebe Rashab [Rabí Shalom Dovber, quinto Rebe de Jabad], tendía a favor de esta proposición (que finalmente se concertó), no obstante su madre, la Rebetzin Rivka, (esposa del cuarto Rebe de Jabad), tenía otros planes.

El Rebe Rashab le dijo a su madre: "Sigamos el consejo de la Torá y preguntémosle al joven qué quiere hacer." Llamaron al joven Yosef Itzjak, le dieron los nombres de las posibles candidatas y le dijeron que tomara la decisión por sí mismo.

Rab Yosef Itzjak respondió: "Cuando Abraham buscó una esposa para su hijo Itzjak, envió a su siervo Eliezer a lo de sus parientes para encontrar una pareja adecuada, diciendo: 'Pero irás a la casa de mi padre y a mi pariente, y tomarás una esposa para mi hijo.' Evidentemente, había decidido casarse con su prima lejana, Nejama Dina.

En aquel entonces, la costumbre de la Rebetzin Rivka era de repartir Leikaj a todos Erev (el día víspera) de Yom Kipur. Su hijo, el Rebe Rashab, era el primero en recibir un trozo, después de lo cual todos los jasidim y la gente del pueblo pasaban por ella y recibían un trozo de Leikaj y sus bendiciones para un año bueno y dulce.

Ese año, durante el cual se concertó el Shiduj entre Yosef Itzjak y Nejama Dina, el Rebe Rashab fue a ver a su madre como de costumbre para el Leikaj de antes de Yom Kipur. En esa ocasión, sin embargo, aprovechó a pedirle perdón, ya que el matrimonio no se había hecho acorde a su voluntad.

La Rebetzin Rivka le respondió con la siguiente historia:

Había una vez un Yehudi que vivía en un pueblito aislado con pocos vecinos judíos, que para Yom Kipur planeó viajar a un pueblo cercano para poder rezar adecuadamente con un Minian. El hombre le informó a su esposa y familia que harían el viaje a la ciudad Erev Yom Kipur, y les pidió que se prepararan para el viaje.

Sin embargo, cuando llegó el momento de irse, él era el único que estaba listo. El resto de la familia aún no había terminado de empacar y hacer los preparativos.

Trató de apresurarlos, ya que era Erev Yom Kipur, pero era obvio que les tomaría aún un buen rato. Por lo tanto, el hombre sugirió que comenzaría a emprender el viaje por su cuenta, caminando lentamente, para que luego pudieran alcanzarlo. Toda la familia se reuniría en un punto a combinar, bajo un árbol en particular y continuarían su camino juntos.

El padre partió solo y pronto llegó al lugar donde se suponía que debían encontrarse. Cansado de su larga caminata (y del trago de Mashke que había tomado esa mañana), decidió descansar bajo la acogedora sombra de aquel árbol alto.. Acostado en un lugar cómodo no visible desde la carretera principal, el hombre pronto se quedó dormido, y se quedó dormido durante un par de horas.

Mientras tanto, los otros miembros de la familia salieron apurados intentando llegar al pueblo antes de la puesta del sol. Para cuando llegaron al árbol cerca del cual su padre dormía profundamente, se olvidaron por completo de lo que habían acordado y lo pasaron de largo.

Hacia el atardecer, el hombre se despertó de su siesta. Al ver las sombras de la puesta del sol, se dio cuenta de que nunca podría llegar a la ciudad antes de que oscureciera, ni tampoco llegaría a regresar a su casa sin transgredir el día más sagrado del año. Tendría que pasar Yom Kipur donde estaba, en medio de la nada, a cielo abierto.

Esa noche, alzando los ojos al cielo, el hombre gritó: "Ribono Shel Olam! ¡Amo del Universo! ¡Mis hijos se han olvidado completamente de mí! ¡Y yo declaro expresamente que los perdono; ahora, debes Tú perdonar a Tus hijos que se han olvidado de Ti!"

La Rebetzin Rivka terminó su historia con las siguientes palabras dirigidas a su hijo, el Rebe Rashab: "Que Di-s nos perdone a todos de la misma manera que yo te perdono a ti!"