AdSense

lunes, 12 de febrero de 2018

Jasidishe Maise: La fuerza de Jitas


por el rabino Sholom Avtzon
En el año 1954, el rabino Leib Fridman fue invitado a la boda del hijo menor de Rav Jaim Jaikel. La boda contó con una gran asistencia, ya que Rav Jaim era el Rosh Yeshiva de la Yeshiva Jayei Olam en Ierushalaim, y una multitud de sus estudiantes (de varias décadas) llegó para participar en su alegría.
Sin embargo, la felicidad era amargamente dulce, ya que su querido Rosh Yeshiva, quien tuvo dificultades para caminar durante muchos años, ahora había perdido todo movimiento y sensación en sus pies, y fue traído al casamiento en una camilla especial de "hospital".
En un momento de la boda, solicitó que se haga silencio porque quería decir algo, sin embargo, su debilitado estado de salud no le permitía hablar demasiado alto.
Inmediatamente hubo un completo silencio ya que todos querían escuchar lo que el Rosh Yeshiva tenía para decir; y él comenzó a hablar:
"Algunos pueden preguntar, ¿es esta la justa recompensa para un judío que dedicó toda su vida a estudiar y enseñar Torá? Sin embargo, quiero que sepan que Hashem es justo, y por lo tanto, compartiré con ustedes la razón por la cual Hashem me quitó la capacidad de caminar.
Cuando era joven, estudiaba junto a otros treinta jóvenes en un Beis Midrash en nuestra ciudad natal, en Stutzein, Polonia. El beis Midrash era frecuentado por un judío Itzjok que era un borracho. Iba al Beis Midrash, sacaba su botella de vodka y se quedaba dormido en uno de los bancos. Después de despertarse, tomaba otro trago grande y volvía a dormirse, de modo que pasaba la mayor parte del día durmiendo en el beis hamedrash.
Todos en la ciudad lo llamaban, Itchke el Shiker (borracho).
Una noche de invierno, mientras estábamos estudiando, el conductor de una carreta entró corriendo al beis hamidrash y se notó que estaba angustiado. Él nos suplicó: "Por favor, ayúdenme a salvar a mi caballo". Estaba transportando una gran carga de mercancías y, por alguna razón desconocida, la carreta se volcó y las correas estaban tirando con fuerza del cuello del caballo. ¡Por favor, ayúdenme a enderezar el carro y salvar a mi caballo! No puedo hacerlo solo".
Si bien esta era una mitzvá importante, debatimos si tenía prioridad sobre la mitzvá de estudiar Torá. Después de discutirlo entre nosotros, llegamos a la conclusión de que el estudio es más importante y le aconsejamos que encuentre otros que puedan ayudarlo.
El conductor de la carreta estaba atónito, pero se dio cuenta que estábamos decididos con nuestra decisión, y abandonó el Beit Hamidrash desesperado por encontrar a alguien más. Volvimos a nuestros estudios, pero de repente Itchke el Shiker se "despertó" y afirmó:
"Joven, debes ir inmediatamente a ayudar a ese judío y asegúrate que las cuerdas no estrangulen a su caballo. Y si no vas, [¡temo que tu castigo será, que] no podrás caminar sobre tus propios pies!"
Yo le respondí en broma, "Itchke, ¿desde cuándo te convertiste en Rov y Paskn Halajot? Sin embargo, él no respondió ni dijo nada.
Media hora más tarde, el conductor de la carreta entró por segunda vez y nos suplicó que ayudáramos a salvar su caballo, ya que no pudo conseguir a nadie que lo ayudara. Una vez más discutimos las ramificaciones halájicas y esta vez decidimos que por cuanto que no había nadie más disponible para cumplir con la mitzvá, debíamos ayudarlo. Sin embargo, cuando llegamos, ya era demasiado tarde; el caballo se había estrangulado con las riendas y estaba muerto.
A la mañana siguiente, cuando Itchke entró al beis hamidrash, preguntó por mi. Cuando los otros estudiantes respondieron que aún no estaba, fue a su lugar habitual en el banco. Cuando llegué poco después y mis amigos me avisaron que me estaba buscando, fui a su lugar y le pregunté, Itchke, ¿me buscabas?
Él respondió: "Escucha, tengo un pedido que hacerte. Siendo que mi Neshama va a dejar el cuerpo esta noche, te pido que vengas a mi casa y estés presente, cuando la Neshome se aparte del cuerpo ".
Tomé esto como otra de sus bromas humorísticas, [Dovid Hamelej le pidió a Hashem que le informe el momento en que fallecerá, pero Itchke el borracho lo sabe solo!] Pero ignoró mis comentarios y simplemente repitió su pedido nuevamente. Así que decidí seguirle el juego y le pregunté, Itchke, ¿dónde vives?
Él respondió al borde de la ciudad hay una choza destartalada y que satisface mis necesidades perfectamente.
Por la noche me dije a mí mismo, si de todos modos tengo que estudiar unas horas esta noche, así que cuál es la diferencia donde estudio, y me dirigí a su cabaña. Iré a verlo y le seguiré la corriente.
Cuando llegué allí, vi que estaba acostado sobre tablas y durmiendo. Noté una caja rota que evidentemente servía como su silla y me senté. Luego abrí mi Guemore y comencé a estudiar. Después de estudiar durante algunas horas y notando que estaba vivo, y sin demostrar ningún signo de debilidad o angustia, pensé para mis adentros, para qué necesito esto, todo esto no tiene sentido. Entonces me levanté para irme.
En ese momento, Itchke me dijo: "¡No te vayas! ¡Siéntate aquí! Exactamente a las cuatro de la mañana mi alma se irá. Y mi petición es que, después, debes informar al Rov y a la Jevre Kadishe (sociedad funeraria) que mi pedido es que me entierren junto al gran Sabio ...., mencionando un tzadik que había fallecido más de cien años atrás y estaba enterrado en el viejo cementerio.
Le dije: "¿Por qué dices cosas tan tontas? Itchke, ni siquiera te pones tefilín, [nadie te ha visto nunca en el shul haciendo davenen] y solicitas que te coloquen justo al lado del gran tzadik?!
Él respondió con asombro, "¿Por qué dices que no me pongo tefilín? En esa esquina hay una caja, ábrela y verás los Tfilin que uso todos los días ".
Abrí la caja y miré desconcertado, allí frente a mí estaba el par de tefillin más mehudor que haya visto en mi vida. Estaba asombrado porque si no lo veía con mis propios ojos, no lo hubiera creído.
Así que entonces le dije con mucho respeto, y si le informo a la Jevre Kadishe de tu pedido, de ser enterrado al lado del tzadik, no me escucharán.
Itchke respondió: "En la parte inferior de esa caja hay una caja más pequeña, ábrela y verás lo que escribí. Muestrále esos manuscritos al Rov y a la Jevra Kadisha y luego definitivamente cumplirán mi pedido ".
Al mirarlos me di cuenta de que estaba escribiendo sus pensamientos sobre la Cabalá y otros conceptos que no entendía. Por lo que me di cuenta de que la persona que yacía en las tablas era definitivamente uno de los tzadikim ocultos.
Exactamente a las cuatro de la mañana, su alma santa se fue, tal como él dijo que sucedería. Corrí a la casa del Rov y llamé a la Jevre kadishe. Les conté toda la historia y les mostré sus escritos. Sin embargo, el problema era que según los registros no había espacio vacío al lado del gran tzadik, para enterrarlo allí. Además, no había lugar en todo el antiguo cementerio, ya que durante los últimos años, todos los entierros eran en el nuevo cementerio.
Sin embargo, el Rov les dio instrucciones para que vayan a revisar el viejo cementerio, diciendo que si un tzadik oculto lo solicitaba, momentos antes de que su alma santa partiera, estoy seguro de que él sabía lo que estaba pidiendo. Así que, por respeto, fueron allí y, para su asombro total, había un espacio vacío disponible y sí, inmediatamente adyacente al Kever del tzadik.
Toda la comunidad quedó asombrada de cómo este lugar se materializó de repente y de la historia completa de este tzadik nistar y, por respeto, todos lo acompañaron en su último viaje.
Cuando Reb Jaim Jaikel concluyó la historia, comenzó a llorar amargamente, y eso destrozó el corazón de todos. Estoy seguro, sin lugar a dudas, de que el tremendo sufrimiento que tengo en mis pies durante todos estos años es el resultado y la consecuencia de la terrible advertencia que pronunció el tzadik nistar cuando nos negamos a ayudar a un compañero judío a salvar su caballo. [Como no me dirigí a ayudar a un compañero judío, ya no puedo caminar sobre mis pies].
Todos los presentes lloraron con él, y la alegre ocasión se convirtió en un momento de tristeza.
Reb Leib Friedman continuó: "yo también quedé tremendamente impactado por esta historia desgarradora, y después de que llegué a casa esa noche, no podía sacármela de la mente. Siendo que estaba entonces escribiéndome con el Rebe sobre Sofrut, decidí incluir toda esta historia en mi carta, con un pedido de que el Rebe despierte la compasión de Hashem en nombre del Rosh Yeshiva, y sus pies vuelvan a estar sanos.
Pasó un tiempo y recibí una respuesta del Rebe. Él escribió, "Transmítale al Rosh Yeshiva, que debe aceptar sobre sí mismo cumplir las Takanot de mi suegro el Rebe, de estudiar diariamente la porción diaria de Jumash, Tehilim y Tania, como aparecen [en el HaIom Iom] No solo debía estudiarlo personalmente, sino que debía inspirar a todos sus amigos y estudiantes, incluidos aquellos que habían dejado la Yeshiva hace años, quienes respetan sus palabras. En el mérito de eso y de ir en los caminos de mi suegro, el Rebe, Hashem le dará la capacidad de volver a (caminar) físicamente una vez más sobre sus pies.
Tan pronto como recibí esta respuesta, fui al Rosh haYeshiva y le conté lo que le escribí al Rebe y luego le mostré la respuesta del Rebe. Mientras lo leía, un espíritu de tremenda felicidad se apoderó de él, y con tremenda emoción besó la carta, pidiéndole que por favor le permitiera aferrarse a ella por un corto tiempo. Inmediatamente afirmó que aceptaba estas condiciones.
Seis meses después volví a visitar a Reb Jaim, y esta vez ya no estaba confinado a su cama o incluso a una silla de ruedas, sino que estaba sentado junto a su mesa. Los doctores ya no discutían la posibilidad de amputar los pies, sino que estaban discutiendo cómo ayudarlo a caminar.
Me dijo que quienquiera que lo visita le implora que le haga un favor personal y que empiece a estudiar Jitas, ya que a través de su estudio sanará mucho más rápido.
El Mashpia que relató esta historia concluyó: No solo estudiar los Shiurim diarios de Jitas, tienen el poder de ayudar a uno a recuperar su salud, sino que incluso puede eliminar una Kpeida de un Tzadik Nistar.
***
Traducido del Shmuos v'sipurim del rabino Refoel Kahan, quien lo escuchó directamente de Reb Leib Friedman (volumen 1, páginas 236-239).
***
Cada año, durante el Farbrengen de Yud Shvat, el Rebe resaltaba la importancia de decir y estudiar las porciones diarias de Jitas (Jumash, Tehilim y Tania). Así que, obviamente, en los farbrenguens que están asociados con Yud Shvat, este punto se enfatiza, junto con la takana de estudio del Rambam de Rebe. [Especialmente siendo que el Haiom Iom para el 25 de Shvat, este Shabat, el Rebe enfatiza la importancia de estudiar los Shiurim de Jitas].




R' Jaim Jaikl Miletzky, Rosh Yeshivat Jayei Olam
R' Leib Fridman, reconocido Sofer (Bnei Brak) autor del "Tzidkat Tzadik", 

No hay comentarios:

Publicar un comentario