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martes, 30 de julio de 2019

¡Hoy no es Ayer!


Por Dovid Zaklikowski

El anciano Jasid Reb Shmuel Betzalel Sheftel, conocido como Rashbatz, fue contratado por el quinto Rebe de Jabad, Rabi Sholom Dovber Schneersohn (Rashab), para que educara a su hijo, que sea su Mejanej y Moré.

Como el Rebe estaba ocupado con sus deberes comunales, el Rashbatz pasaba gran parte del día con Yosef Itzjak y, a menudo, lo llevaba a dormir.

Era su costumbre contarle al niño una historia cada noche, y una noche, le contó un Maise/Mashal acerca de un carretero y su joven hijo:

Los dos se levantaban temprano cada mañana para llevar a la gente local a la estación de tren. Durante los meses de verano, cuando salía el sol temprano, primero iban a la Tefilá matutina, luego desayunaban y preparaban los caballos.

En el día de ayuno del 17 de Tamuz, que marca una de las etapas de la destrucción del Beit Hamikdash, el padre le dijo a su hijo que saltearían la comida de la mañana.

Al principio, el hambre no molestó al muchacho. Pero por la tarde, se puso irritable y comenzó a preguntarle a su padre cuándo se le permitiría comer. Para cuando el ayuno terminó tarde esa noche, estaba hambriento y enojado con su padre por hacerle sufrir todo el día sin darle de comer.

A la mañana siguiente, cuando su padre fue a despertarlo, el hijo le dijo: “No tengo ganas de levantarme. Tengo miedo de que me dejes comer sin comer de nuevo."

"¡No, no, despiértate!", Dijo su padre, "¡Hoy no es ayer!"

Estas palabras pueden aplicarse a su vez en la Avodat Hashem (el servicio a Di-s) de uno, le dijo el Rashbatz al joven, quien se convertiría en el sexto Rebe de Jabad. "¡Despierta, despierta! ¡Hoy no es ayer!

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