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lunes, 29 de julio de 2019

Bein Hametzarim


por Rab. Sholom DovBer Avtzon


Dado que nos encontramos en el período denominado Bein Hametzarim, (las tres semanas entre el 17 de Tamuz y el 9 de Av), decidí publicar un pensamiento mencionado en un Farbrengen en este último Shabat.

La expresión Bein Hametzarim está tomada en realidad del tercer Pasuk de Eijá; allí el Pasuk declara: כָּל רֹדְפֶיהָ הִשִּׂיגוּהָ בֵּין הַמְּצָרִים - "kol rodfeah hisiguha bein hametzarim" - "todos aquellos que la persiguieron [a ella, es decir, al pueblo judío] la alcanzaron cuando estaba entre los límites" [donde no queda lugar para escapar].

El venerable mashpia, Reb Peretz Mochkin explicaba este Pasuk con un enfoque diferente. Las tres letras raíz de la palabra hisiguha (הִשִּׂיגוּהָ) son Hei, Sin y Guimel, que también son las letras raíz de la palabra השגה (hasagá), entenderlo, comprender. Entonces, tal vez el mensaje insinuado en este Pasuk es: Todos aquellos que nos persiguieron, se burlaron de nosotros y nos ridiculizaron, entendieron su error en tiempos de estrechez, de restricciones.

Luego pasó a explicar: Cuando el Rebe Rashab estableció Tomjei Tmimim, habían muchas otras yeshivot, que funcionaban con mucho éxito y sacaron lo mejor de sus estudiantes. Sin embargo, el Rebe Rashab abrió su Yeshiva e hizo un cambio drástico en su currículo horario. Quitó cuatro horas del día de estudio profundo de Guemará con sus comentarios y del estudio de Shuljan Aruj y lo reemplazó por cuatro horas de estudio de Jasidut.

Así que, en lugar de seguir el currículo regular de doce horas diarias dedicadas a Nigle (Guemará, etc.), reservó solo ocho horas para Nigle y las cuatro restantes las dedicó a Jasidut. La gente cuestionó la necesidad de esto y si (el cambio en general) era realmente apropiado.

Sin embargo, cuando los comunistas tomaron el poder y los judíos en Rusia se vieron atrapados por sus limitaciones, solo entonces reconocieron todos el tremendo beneficio de este cambio. Como grupo (comunidad), fueron sólo sus alumnos, los Tmimim, quienes pudieron mantener un nivel de observancia.


Escuché de alguien una observación similar. Contó que cuando su familia estaba en los Campamentos de Refugiados, (sobrevivientes de la Shoá) en Poking, Alemania, a cada grupo (comunidad) se le asignó su propia sección o bloque.

En Simjat Torá, su padre quiso ver qué sucedía. ¿Cómo irían a celebrar todos hoy? Comprensiblemente, la atmósfera no rebosaba de emoción. La gente se preguntaba y se preocupaba por su familia perdida o su comunidad. ¿Habrán sobrevivido milagrosamente, o, Jas Veshalom, no? Para muchos no había nada que celebrar. Sus hakafot fueron muy apagadas y concluidas de forma breve.

Pero mi padre me contó, que para su sorpresa y quizás shock, cuando llegó a la sección donde se encontraban los jasidim de Jabad-Lubavitch, escuchó el canto, las canciones saliendo del improvisado 'shul'. Al entrar al shul, vio a los Jasidim cantando y bailando.

En ese momento, decidió que para el futuro Jinuj de su familia, él se uniría a ellos. Todos pasaron por los tiempos horribles y nadie debe ser culpado por sus sentimientos y estado de ánimo. Pero de alguna manera, ellos, los lubavitchers, son capaces de trascender la situación y, a pesar de todo, estar contentos y alegres.

Vemos esto también de forma manifiesta hoy en día.

Algunos de los más grandes partidarios y patrocinadores de los Shlujim del Rebe, especialmente en lugares remotos, son judíos que no se consideran Lubavitchers. Sin embargo, se maravillan de cómo alguien, y no solo uno o dos individuos excepcionales, sino cientos y cientos de jóvenes, hombres y mujeres, pueden criar a sus familias en lugares aislados y remotos, desprovistos de cualquier ambiente formal de judaísmo. Y sí, algunos de estos simpatizantes solían cuestionar (y quizás incluso criticar) el estilo y conducta de los Lubavitchers.

Pero en esos "bein hameitzarim", -áreas difíciles-, la gente reconoce el resultado de Jasidut y de su conexión con el Rebe.

Sin embargo, debemos reconocer que incluso nosotros que vivimos en comunidades judías establecidas, más cómodas, nosotros también vivimos en "bein hameitzarim". También estamos viviendo en tiempos extremadamente difíciles. Y ese mismo ingrediente que eleva a los jasidim y shlujim, puede elevarnos a nosotros.

Al estudiar las enseñanzas del Rebe, ya sea una sijá, maamar o sus cartas, y al estar conectado con él, al estudiar Jitas y Rambam y vivir con los mivtzoim, nosotros también podemos elevarnos (y nos elevaremos) por encima de las limitaciones de estos tiempos difíciles.

Entonces es que tendremos el mérito de "Tzion B’mishpat Tipadeh, v'shove’ah b’tzedaká", con la llegada de Mashiaj y la construcción del tercer Beit Hamikdash, que  sea rápido y concretamente, en nuestros días.

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