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martes, 11 de junio de 2019

Maise del Baal Shem Tob - Salvar a toda una comunidad


Shavuot fue el Yortzait del Baal Shem Tov, como así también de David HaMelej. La siguiente es una historia que el heiliker Ruzhiner solía contar en nombre de su bisabuelo, el Maguid de Mezritch, que está relacionada con ambos.



Un viernes por la mañana, el Baal Shem Tov le avisó a algunos de sus discípulos que se preparen para viajar ya que planea pasar Shabat en una determinada localidad. Los Talmidim prepararon inmediatamente la carreta y partieron. Llegaron a la ciudad y la gente del pueblo se quedaron encantados de la sorpresa, el gran Tzadik, el Baal Shem Tov en persona se quedaría en su ciudad para todo el Shabat.

Viernes por la noche todos hicieron davenen en el gran Shul, deseando estar junto al Baal Shem Tov. Después del davenen se preparaban para desearle a sus huéspedes un Gut Shabes, sin embargo, antes de que pudieran abandonar su lugar, uno de los talmidim anunció en nombre del Baal Shem Tov que todo el mundo debían permanecer en el Shul, ya que van a recitar todo el Tehilim.

Nadie sabía por qué, todo parecía ir bien, pero si el Tzadik pidió que digamos todo el Tehilim, lo haremos. El Jazan comenzó diciéndolo a un ritmo regular y llegó a terminarlo en menos de dos horas. Todo el mundo cerró sus Tehilim, pero de repente se dieron cuenta que el Baal Shem Tov le dio instrucciones al Jazan de  comenzar de nuevo.

Esto es serio, quien sabe que estará sucediendo. Mirando a sus Talmidim tratando de averiguar la razón, se dieron cuenta que los talmidím del Tzadik estaban tan  desconcertados como ellos. Así que lo dijeron una segunda vez. Pero ahora todas las mujeres habían llegado al Shul al darse cuenta que algo inusual estaba ocurriendo, nadie había regresado a sus hogares. Esta vez se dijo con un poco más de seriedad y lo terminaron por segunda vez. Sin embargo, el Baal Shem Tov, de inmediato dio instrucciones de decirlo una tercera vez.

La gente estaba muy hambrienta, pero ahora se dieron cuenta de que había un verdadero peligro al acecho contra alguna persona, o tal vez a algunas personas o Jas v'sholom podía ser que toda la ciudad estaba en peligro. El tzadik definitivamente no hubiera apartado a todos de sus Seudot Shabat así porque sí.

Lo terminaron por tercera vez y miraron el Baal Shem Tov para ver cuales serían sus instrucciones. Esta vez se dio vuelta y dijo: "El peligro ha pasado. Todo el mundo vaya a sus casas y coman su Seudá. Después de la Seudá, aquellos que son capaces de volver y continuar, digan Tehilim hasta el amanecer."

Todo el mundo estaba desconcertado. Nadie sabía de algún peligro cernido sobre la ciudad, pero si el Tzadik lo dijo, debe ser verdad. Sin embargo, también  anunció que el peligro había pasado, por lo que son buenas noticias y se fueron a sus casas. Casi todos regresaron después de hacer Kidush y comer la comida.

A la mañana siguiente, después del davenen, el Baal Shem Tov indicó que todos coman la comida de Shabat juntos y hagan una Seudat Hodaa, para agradecer  públicamente a Hashem por Su bondad y milagros. Una vez más, todos se miraron preguntándose qué habrá sucedido la noche anterior, pero hicieron según lo dicho.

En medio de la Seudá, uno de los vecinos gentiles caminaba por el Shul y el Baal Shem Tov instruyó a sus estudiantes a pedirle que entre. Cuando entró vio las mesas llenas de comida, pero sus ojos se enfocaron en el whisky como queriendo decir, si tan sólo pudiera tomar una copa. El Baal Shem Tov dio instrucciones a un alumno de llenarle un vaso y darle al visitante.

Iván le agradeció y se la tragó de un sorbo y bajo instrucciones del Baal Shem Tov el estudiante continuó rellenándole el vaso hasta que Iván se emborrachó.

En ese momento, el Baal Shem Tov dijo, "Iván, podrías por favor contarnos qué pasó anoche."

Estando borracho, Ivan comenzó a contar: "La semana pasada, el poritz local (señor feudal) reunió a más de cincuenta de nosotros y nos instruyó que vayamos a su casa para una fiesta el viernes por la noche y en la fiesta nos pagaría por hacerle algún trabajo a él . Recibir bebida gratis y una paga era algo que no podíamos rechazar y fuimos todos, algunos incluso trajeron amigos y comenzamos a beber.

Después de un par de copas pequeñas, el señor feudal nos informó que está enojado con la comunidad judía e instruyó a sus trabajadores a buscar sus espadas y herramientas metálicas, como barras de hierro, etc para enseñarles a los Judios una verdadera lección. Cuanto mejor sea el trabajo, más pago se recibirá.

Sin embargo, en ese momento un hermoso carruaje estacionó y el feudal se dio cuenta que era nada menos que uno de sus primos cercanos que no había visto durante los últimos quince años. Él pensó haber oído que había fallecido en un trágico accidente, pero evidentemente no era cierto, por lo que nos dijo que esperemos hasta que descubra el motivo de la visita de su invitado especial.

Hablaron durante un rato y los sirvientes continuaron trayendo más comida, hasta la medianoche. El Feudal entró en nuestra habitación y dijo: "Cambié de idea. Muchachos, pueden ir a casa." Nos sorprendió y algunos de nosotros nos quedamos con ganas de liberarnos de las deudas que les debemos a los Judios, sin embargo,  ¿qué podíamos hacer?

Pero entonces una persona se levantó y dijo: "Nos contrataste para trabajar. Estamos dispuestos a trabajar, si no quieres que hagamos nada, es tu tema, sin  embargo, tenemos que recibir el pago." El feudal pensó por un segundo e inexplicablemente dijo que tenía razón y nos dio a cada uno una moneda y nos fuimos a casa.

Las personas quedaron horrorizadas con lo que estaban escuchando, algunas casi se desmayaron y ahora se dieron cuenta de por qué estaban diciendo Tehilim hasta después de la medianoche. El Baal Shem Tov le agradeció a Iván deseándole lo mejor y se fue.

Dirigiéndose a las personas, el Baal Shem Tov ahora les contó el resto de la historia. El Poritz (de ustedes) tenía un administrador malvado que constantemente hablaba en contra de ustedes. La semana pasada, cuando el Poritz estaba revisando sus libros se dio cuenta que estaba en profundas deudas y pidió a su administrador una explicación, de por qué él, que tiene un montón de campos, posadas y demás está endeudado, mientras que otros poritzim que tienen menos que él les va mucho mejor.

El administrador, que había estado robando el dinero en los últimos años, le echó la culpa a los Judíos. Él dijo: los judíos se niegan a comprar sus productos, así que tengo que vender con un descuento enorme, por lo contrario, se echaría a perder. Y todos ellos utilizan los molinos de otros feudales no el suyo, por lo que pierde en esos ingresos también. Estas y otras acusaciones enfurecieron al Poritz y juró enseñarle a todos los Judios una lección.

Ayer por la noche gracias al Tehilim que recitamos, fui capaz de traer a su primo fallecido de entre los muertos y lo visitó.

Cuando el viejo y difunto Poritz vio la reunión actuó sorprendido y le preguntó ¿por qué hizo semejante fiesta y no lo invitó? Al ver que estaba molesto, se disculpó y le  explicó que no era una verdadera fiesta, que era sólo para emborrachar a la gente, con el fin de que vayan a atacar y dañar a los judíos.

Al oír estas palabras el poritz (difunto) le preguntó por qué y repitió todo lo que su administrador le contó.

El Poritz mayor sacudió la cabeza con incredulidad. "Te crees todo ese paquete de mentiras, parece ser, que yo sé la verdad y es por eso que vine justo a tiempo. Tu  maravilloso administrador te está robando a ciegas. Él está exigiendo un precio superior por todos tus productos y servicios, embolsándose el dinero extra para si mismo. Durante muchos años, los judíos estuvieron dispuestos a pagar, queriendo mostrar su agradecimiento por la amabilidad y decencia en la forma en que tratabas con ellos.

Sin embargo los últimos años, que comenzó a exigir esos precios exorbitantes, se vieron obligados a buscar en otra parte y algunos comenzaron a tratar conmigo.  Cuando les pregunté, ¿por qué dejaron de usar tus servicios, me lo explicaron todo!

Le tomó al Poritz muerto algún tiempo convencerlo y sólo después que terminamos el Tehilim por tercera vez no había mas peligro.




El Ruzhiner decía: Esto explica por qué el Baal Shem Tov dijo Tehilim el viernes por la noche. Pero, ¿por qué tenía que viajar hasta allí, podría haber dicho el Tehilim con todos su Talmidim en su propio Shul, por qué en esa ciudad??!!

La respuesta es que un Tzadik está con las personas. El Baal Shem Tov hizo davenen para que se salven y si Jas v'sholom no se aceptaban sus tefilot, yo estoy con ellos en su angustia.


Que Hashem tenga rajmonus de Klal Israel  y resguarde a todos nuestros hermanos de cualquier sufrimiento y que merezcamos rápidamente la llegada del Moshiaj ben Dovid, pronto en nuestros días.

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