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lunes, 6 de mayo de 2019

2 de Iyar - El Rebe Maharash

Un Maise con el Baal Yom HaHuledet




Un integrante de la familia Slonim, que habían emigrado a Eretz Israel en el año 5605, viajó cierta vez a Lubavitch a visitar al Rebe Maharash. El Rebe en aquel encuentro le preguntó acerca de los Yehudim de Eretz Israel. En su respuesta, éste comentó:  "En realidad, me sorprende (y me extraña) lo que está traído en los Sforim, que en Eretz Israel se encuentran Yehudim con Neshamot muy especiales y elevadas, yo no veo nada de eso por allá...". El Rebe enseguida le contestó, en reproche: "¿Acaso entiendes tú de Neshamot elevadas?! Te contaré una historia que oí directamente de mi padre, el Tzemaj Tzedek y verás hasta dónde llega la fuerza de un simple Yehudi de Eretz Israel:

En una aldea, en los suburbios de Yerushalaim vivía un Yehudi muy simple que no sabía ni siquiera el orden correcto de las Tefilot, ni hablar de su significado o de algún estudio complejo. Por ello, cada semana solía visitar a su Rabino en Yerushalaim que le organice el orden correcto a proceder con las Tefilot de los próximos días. Cierta vez llegó en los días de Jeshvan y le pidió que le anote las Tefilot de todo el próximo mes, ya que se le complicaría llegar a Yerushalaim cuando las rutas están embarradas y con lodo. El Rab pasó a cumplir su pedido, pero unos días más tarde este Yehudi resultó que viajó a Yerushalaim para adquirir cierta mercadería, y para su asombro vio que todos los negocios (de Yehudim) estaban cerrados. Se asustó este aldeano, pensando que tal vez se había equivocado en sus cálculos y ¡hoy era Shabat!, pero enseguida se calmó cuando notó a un Yehudi caminando con su Talit y Tefilin bajo su hombro. Le preguntó ¿Qué pasó´hoy que está todo cerrado? Y el Yehudi pasó a explicarle que era un día de Taanit Tzibur, a lo que pasó a lamentarse el aldeano al desconocer esta fecha (y haber comido) y rezado las plegarias incorrectas.
Se dirigió de inmediato a su Rab quejándose apenado por qué no le había anotado este día de Ayuno en sus rezos! El rab lo calmó explicándole, que no era este un día de ayuno público general (de los establecidos por los Sabios) sino más bien había sido decretado en Yerushalaim por las continuas sequías y la falta de lluvia. El aldeano se asombró de la declaración del Rab: "¿Para eso necesitan proclamar un ayuno público?! Yo suelo salir al campo, cada vez que se demoran las lluvias en llegar en mi aldea, y alzo mi voz  con fuerza Riboino Shel Oilom!! y enseguida comienza a llover. El Rab se le quedó mirando y le preguntó si podía hacer eso ahora, y el hombre con gusto lo hizo. Salió al patio y pidió con total sinceridad e ingenuidad 'Riboino Shel Oilom!!, Hakadosh Baruj Hu!, envíanos las lluvias que necesitamos,' y su pedido fue concedido de inmediato...

Cuando el Rebe terminó su relato, le dijo a su invitado: ¿Acaso puedes ahora tú determinar (calcular) quién en Eretz Israel posee una Neshamá Gueboá (elevada y especial)?"

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