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domingo, 3 de marzo de 2019

Maise: Si lo dijo, es así!


por el rabino Sholom DovBer Avtzon

El Tzadik Reb Pinjos Koritzer una vez le ordenó a uno de sus Jasidim que salga a recaudar fondos para sus actividades (de Reb Pinjos). Sin embargo, esta vez le entregó una lista por escrito en la que señalaba que debía acercarse solo a estos Jasidim e informarles que su Rebe les pide que participen en este esfuerzo.
Cuando llegaba a cada casa y les mostraba que el mismo Rebe escribió su nombre, todos hacían una donación extremadamente generosa.
Sin embargo, al llegar a una casa, la esposa de la persona a la que se dirigía abrió la puerta, y cuando le pidió hablar con su esposo, ella estalló en llantos. Entre sus sollozos, le contó que hace tres semanas su esposo salió de su casa para ir en un viaje de negocios anual, sin embargo, dos días después, el barco en el que se encontraba volcó, sin dejar sobrevivientes.
Además, ella se lamentaba al ser que su cuerpo es uno de los tantos cuerpos que no llegaron a tierra, por lo que ahora tiene que ir a numerosos Rabanim para recibir un heter aguná (una liberación de su estado matrimonial, basado en el hecho de que el barco volcó en el mar, y definitivamente no sobrevivió). De esta manera, se le permitiría volver a casarse y sus hijos pequeños tendrían un “padre” en su vida.
Por lo tanto, en este momento, lamentablemente no podría participar en la solicitud y necesidad del Tzadik, ya que no tiene idea de cuánto dinero le debe su marido a los demás, etc.
El Josid regresó, dando una explicación detallada de lo que cada persona dio, y también le entregó al Tzadik las cartas que muchos de ellos le enviaron con él. Luego le contó el horroroso relato que le contó la esposa de uno de sus Jasidim.
Reb Pinjos Koritzer respondió: “Siendo que escribí la lista después de que el barco se haya volcado, y Hashem puso en mi mente la idea de agregar el nombre de su esposo, eso significa que él está vivo. De lo contrario, no se me hubiera ocurrido anotarlo específicamente a él, de entre todos mis Jasidim. ¡No se ahogó!
Unas semanas más tarde, la señora llegó a lo de Reb Pinjos para pedirle y suplicarle al Tzadik que la declarara (halájicamente) viuda (ya que su esposo definitivamente había fallecido) y que podía volver a casarse.
Reb Pinjos se unió a ella en su dolor, sin embargo, le informó que, según la halajá, uno no puede asumir automáticamente que una persona que desaparece en el mar ya no está viva. Y sobre todo dado que cree que su marido está vivo.
Estas palabras la sobresaltaron y ella exclamó: "¿Cómo es posible que sobreviviera y estuviera vivo? Si está vivo, ¿por qué no volvió a casa o al menos envió una carta? ¿Y sobre qué base asume el Tzadik que sólo él sobrevivió?
Reb Pinjos respondió: “Siendo que Hashem me puso en la mente el pedirle a su esposo como a una de las personas que participara en esta Mitzvá de todos mis otros Jasidim, eso significa que estaba vivo en ese momento. Y la lista se compiló días después de que el barco se haya volcado, así que le digo, su esposo está vivo. Vaya a casa y verá, él volverá a casa, espero que sea muy pronto.
Al escuchar estas palabras directamente del Tzadik mismo, le dio esto a la señora un tremendo aliento y le levantó el ánimo. El Rebe estaba tan confiado en lo que dijo, debe ser así.
Así que ella regresó a casa y esperó con anticipación el regreso de su esposo. Sin embargo, a medida que pasaban los días y las semanas y no había noticias de él, y los deudores golpeaban su puerta diciendo que querían su dinero, exigiendo que ella comenzara a vender sus bienes, era demasiado para ella. Así que un mes después, una vez más viajó al Tzadik.
Reb Pinjos le dijo: “Su esposo está vivo y bien. De hecho, apenas unas horas después de salir de su casa, llegó y lo está esperando. Con respecto a su pregunta sobre cómo sobrevivió cuando todos los demás en el bote no lo hicieron, debe saber que fue en mérito a su compromiso de patrocinar y pagar el aceite del ner tamid de nuestro Beis Midrash (una llama eterna que queda encendida en muchos Shuls) .
En el barco había un barril de aceite (petróleo), y cuando el barco se hundió, quedó flotando en el agua. Hashem en Su tremenda amabilidad hizo que el barril flotara junto a su esposo y él logró agarrarlo y tirarse encima de él. Así que flotó en él durante mucho tiempo hasta que llegó y 'desembarcó' en una orilla. Le tomó mucho tiempo, hasta recuperarse de su terrible experiencia y estar lo suficientemente saludable y sano como para comenzar a viajar a casa. Ve en paz y que tú y él sean bendecidos."
Un sentimiento de júbilo reemplazó la pesada carga que tenía sobre su hombro y ella corrió a su casa y, efectivamente, encontró a su esposo sano y salvo.

******

Escuché esta historia durante un Farbrenguen de Rab Mangel. Agregó que Reb Pinjos declaró que desde que el pensamiento pasó por su mente al mencionar el nombre de esta persona, es una prueba definitiva de que está vivo. Entonces, ¿cuánto más es así cuando se trata del punto que el Rebe mencionó tantas veces, que higuia zman Gueulatjem?! (que ha llegado el momento de la redención.) Sí, hace más de 25 años que lo dijo. Pero al igual que para esa mujer, cada día parecía un año y cada semana parecía una eternidad, pero la verdad es que lo que dice un Tzaddik es así.
Entonces, dado que el Rebe nos lo dijo, es así.
Así que, aproximándonos a Jof Zain Adar, recordemos que el Rebe nos informó de este punto, y esa es la realidad.

viernes, 1 de marzo de 2019

Maise - My Story - Secreto contado sólo después de fallecer

El Sr. Aharon Denderowitz, de Londres, cuenta un secreto que el amigo de su padre le contó después de su muerte, sobre una misión que tenía del Rebe.


El Sr. Aharon Denderowitz reside con su familia en Londres, Inglaterra, donde trabaja como maestro de escuela primaria. Fue entrevistado por el Proyecto My Encounter de JEM en junio de 2018.


Durante mi primera infancia, al criarme en Londres, mi padre estuvo en gran parte ausente. Estaba muy enfermo e internado la mayor parte del tiempo, por lo que mi madre tuvo que ir a trabajar, mientras mis abuelos me cuidaban. Recuerdo que en repetidas ocasiones le pregunté a mi madre: "¿Dónde está papá?" Y su respuesta: "Él estará en casa pronto", y yo presionando "¿Cuándo?" Y ella respondía "No lo sé..."

Pero para cuando cumplí cinco años, algo cambió. A principios de 1958, mi padre fue dado de alta del hospital y nos fuimos a vivir a Gateshead. Ahí es donde la vida volvió a la normalidad, fui a la escuela y todo estuvo bien.

Pasaron los años y, eventualmente, cuando mi padre tenía unos sesenta años, desarrolló un cáncer (r"l) y comenzó a desvanecerse; ingresó a un hospital y murió. Durante la semana de shivá, (el período de luto de siete días por un muerto), mi difunto hermano menor, Simja, nos contó una historia a mí y a mis otros hermanos. Él dijo: "No puedo contenerme por más tiempo. Tengo que compartir ahora con ustedes lo que sucedió mientras papá estuvo internado en el hospital. No podía contárselos antes porque la persona que me lo dijo quería mantenerlo en secreto."

Luego Simja pasó a relatar que durante sus últimos días, mi padre tuvo una visita, Reb Israel Rudzinski, quien había estado con él durante los campos durante la Segunda Guerra Mundial. Reb Israel era un Jasid de Bobover, un sastre por profesión, y era de los amigos más íntimos de mi padre, los sobrevivientes que compartían todas las celebraciones familiares con nosotros. Cuando vino a visitar a mi padre para lo que resultó ser su último encuentro, mi hermano los dejó a los dos para que hablen en privado.

Reb Israel era una persona especial, una persona muy profunda y cariñosa, y al salir de la habitación de mi padre, vio que mi hermano se veía deprimido. Entonces, por un intento de darle aliento a mi hermano para lo que tenía por delante, le contó esta historia.

"¿Sabes que tu padre no estaba bien (sano) cuando era joven?", Le preguntó Reb Israel a mi hermano. Mi hermano dijo que lo sabía, pero sucedió antes de que naciera.

Reb Israel continuó: “Cuando tu padre estaba muy enfermo, una vez visité a tu madre y tus abuelos. Y me mostraron una carta que acababan de recibir del hospital después de una conferencia de médicos acerca de tu padre. Esta carta decía que los médicos sentían la necesidad de operarlo, pero existía la posibilidad de que, como resultado de sus intervenciones, pudiera quedar en un estado vegetativo."

Mis abuelos le preguntaron a Reb Israel su opinión. "¿Quién soy yo para responder a esa pregunta?", Respondió, sugiriendo que este era un asunto para algún líder superior en el mundo judío. Y se ofreció a enviar una carta en su nombre a todas las figuras rabínicas importantes de la época.

Terminó enviando veintitrés cartas, explicando la situación y preguntando si deberían seguir adelante con la operación o no. Envió tantas cartas porque no estaba seguro de quién podría responder. Después de la guerra, había tanta tristeza y tantas preguntas de pérdida y angustia que los rabinos tenían que enfrentar constantemente.

Pero él recibió una respuesta.

El único que había respondido fue el Rebe de Lubavitch.

El Rebe escribía que le apenaba en su corazón el oír hablar de tal sufrimiento, pero que se sentía incapaz de responder la pregunta. Sin embargo, proponía una sugerencia que había escuchado de su suegro, el Rebe anterior, de que una persona que estudia a diario Jitas verá la salvación.

¿Qué es Jitas? Es un acrónimo de Jumash, Tehilim (Salmos) y Tania (la obra seminal del Alter Rebe, el fundador del movimiento Chabad). El Rebe estaba recomendando que mi padre comience a estudiar porciones de estos libros sagrados todos los días de acuerdo con el esquema diario establecido.

Dado que el Rebe fue el único que respondió, Reb Israel decidió llamarlo directamente. Después de mucho esfuerzo, ya que en esos días las llamadas de larga distancia no eran tan fáciles, llegó a la oficina del Rebe y le pidió a los secretarios que le dijeran al Rebe que no podía seguir su consejo ya que mi padre simplemente estaba demasiado enfermo como para estudiar Jitas. . "Si es así", fue la respuesta, "deje que un miembro de la familia lo haga en su nombre."

"Pero perdió a toda su familia en la guerra", dijo Reb Israel. "Él no tiene a nadie".

"Si ese es el caso, el Rebe recomienda que un amigo lo haga", le dijeron.

Aunque no era un Lubavitcher, Reb Israel siguió la directiva del Rebe de Lubavitch y se convirtió en ese amigo que estudió Jitas por mi padre. Esto es lo que le contó a mi hermano.

Después de seis semanas, mi padre mostró una marcada mejoría y los médicos comenzaron a hablar de darle el alta y liberarlo del hospital. Y efectivamente, después de otras seis semanas, ya estaba completamente sano.

Cuando eso sucedió, mi padre siguió el consejo del rabino Moshe Schwab del Gateshead Talmudical College, quien le dijo que cambiara su lugar de residencia, basándose en el dictamen: "Meshané Makom meshané mazal - Un cambio de lugar puede cambiar el destino de uno". Es por eso que nos mudamos a Gateshead cuando tenía cinco años.

A partir de ese momento, hasta que llegó a la vejez, mi padre estuvo muy bien: mantuvo un trabajo, mantuvo a nuestra familia y participó activamente en la comunidad judía local.

En esa conversación trascendental, Reb Israel le dijo a mi hermano otra cosa sorprendente: "No he dejado de recitar Jitas en los últimos cuarenta años. Y ciertamente tengo la intención de continuar".

Encontré esta historia muy poderosa porque demuestra que no sabemos a través de qué canal espiritual estamos siendo sostenidos. Y también me hizo pensar en todo lo que el Rebe hizo por todos nosotros y todavía está haciendo por nosotros hoy. Espero que esta historia siga inspirando a todos los que la lean.


miércoles, 27 de febrero de 2019

Instantáneas - Anécdotas con el Rebe - Jinuj #14

Número 14
Si tú lo serás, él lo será...


La señora Martha Stock contó:
En 5721 (1961), entramos a Yejidut con nuestra familia en honor al Opshernish de nuestro hijo Benjy. Mi esposo, Reb Shimshon, le dijo al Rebe que sólo pedía una brajá: que Benjy sea un josid y un lamdan.
El Rebe respondió: “Shimshon, tienes que mostrarle a tu hijo cómo hacerlo. Él no puede hacerlo por su cuenta. Debes enseñarle. Si vos sos (/vas a ser) un josid y lamdan, él lo será."
En otro yejidut, Shimshon entró con nuestros hijos. Benjy y su hermana Jani, de cinco y seis años de edad, ya estaban yendo a la escuela, y el Rebe los evaluó en sus estudios.
Después de completar las preguntas, el Rebe se levantó de su asiento, rodeó la mesa y puso su mano sobre Shimshon, diciendo: "Ken ij dir farheren?" (¿Puedo hacerte una prueba?)
Shimshon le dijo: "Olvídelo, Rebe...". Pero el Rebe no quiso escuchar eso, "No está bien. Epes darfst du lernen. ”(Algo necesitas estudiar)
Después del yejidut, Shimshon comenzó a asistir de forma constante a un shiur.

martes, 26 de febrero de 2019

Instantáneas - Anécdotas con el Rebe - Jinuj #13

Número 13
Atmósfera de Jinuj

Situada en el centro de Eretz Israel, la base de la Fuerza Aérea Israelí Tel Nof es una fortaleza de defensa. Miles de oficiales y técnicos viven allí, listos en cualquier momento para proteger a la nación. 
El general de Brigada Ron Peker, el célebre comandante de la base durante la Guerra de Yom Kipur, estuvo en un Yejidut el 21 de Jeshvan 5736 (1975).Durante su extenso Yejidut, se discutieron varios asuntos políticos y de defensa. Sin embargo, un punto que hizo el Rebe tomó a Ron por sorpresa. El Rebe expresó: “Entiendo que los oficiales deben estar disponibles ante cualquier situación. Aún así, creo que deberían vivir adyacentes a la base y no concretamente dentro del campus."
"Verás", le explicó el Rebe, "los hijos de los oficiales no deberían ser criados en la base, bajo la sombra de aviones de guerra. No es saludable para su Jinuj.

lunes, 25 de febrero de 2019

Tzedaká para traer la Gueulá


Tzedaká para traer la Gueulá


En la sijá más reciente (y última) que pudimos oír del Rebe, en Shabat
Parshat Vayakhel 5752, que también era Parshat Shekalim, el Rebe se enfocó principalmente en la tzedaká:

“Como se mencionó anteriormente, la lección concreta que debemos tomar de este Shabat, que es Shabat Shekalim, es aumentar en las contribuciones y aportes de tzedaká. Esto debe hacerse de manera tal que nos entreguemos a Hashem, como explica el Alter Rebe en sus maamarim. Lo principal es que inmediatamente mereceremos [recibir] la tzedaká de Hashem, no 'la tzedaká que nos esparció entre las naciones', sino la tzedaká de reunir y juntar a todos los Yehudim en nuestra Eretz Hakodesh con la Gueulá ha'amitit v'hashleima, inmediatamente mamash, con las nubes celestiales." 

domingo, 24 de febrero de 2019

Instantáneas - Anécdotas con el Rebe - Jinuj #12


Número 12

No te unas a un hospital


Durante los primeros años, el concepto de no tener una educación secular era muy difícil de digerir para muchos jasidim.
Un Lubavitcher Josid le dijo al Rebe que quería que su hijo estudiara limudei jol. Como justificación, argumentó que el Frierdiker Rebe había incorporado estudios seculares en el currículo escolar de la Lubavitcher yeshiva, que él mismo había establecido.
El Rebe le respondió a modo de parábola:
“Cuando uno ingresa a un hospital, a primera vista puede ser muy impresionante. La higiene, el orden y la atención individualizada. Todo se ve muy bien. Aún así, ninguna persona sana consideraría el convertirse en un paciente...
"Debes entender esto", concluyó el Rebe. "El departamento de educación secular de la Lubavitcher Yeshiva es un hospital, para aquellos que aún no están listos para unirse a la sociedad sana de tiempo completo."
(Likutei Sipurei Hisva’aduyos, p. 345)

jueves, 21 de febrero de 2019

"My Story" - Rab Y. Jadad - Ansiando buenas noticias


Por Rabi Yeoshua Jadad

Haga clic aquí para obtener una versión en PDF de esta edición de "Here´s My Story"


Nací en Marruecos en 1936. Cuando tenía once años, me mandaron en una carreta tirada por caballos a Casablanca, donde estudié en la Yeshivá de Jabad durante dos años. Pero no estaba feliz; buscaba algo más intenso (más riguroso). Me enteré de que el primer Sheliaj del Rebe a Marruecos, el rabino Mijoel Lipsker, había llegado a Meknes y había abierto otra yeshivá allí. En Meknes, encontré lo que había estado buscando: un programa más intensivo de estudio de Talmud y enseñanzas jasídicas.

El rabino Lipsker también me enseñó (como a todos sus alumnos) cómo acercar a otros judíos a Di-s a través del amor.

Un día, representantes de la Agencia Judía para Israel (la Sojnut) vinieron a la yeshivá. El rabino Lipsker inició una conversación con ellos en la que surgieron preguntas y cuestiones de fe. El rabino Baruj Toledano, el rabino jefe de Meknes y uno de los más grandes rabinos de Marruecos, también estaba presente cuando llegaron; y cuando escuchó cómo estos judíos hablaban sobre el judaísmo, se llevó las manos a sus oídos en shock, declarando: "¡Estas son palabras de herejía!"

Rabí Lipsker respondió: "Rab Baruj, ¿por qué estás tan molesto? Estas personas son como niños que fueron tomados y apartados de su propia gente, no fueron educados y no saben."

El rabino Lipsker continuó hablando con ellos durante una hora más, y luego aceptaron ponerse Tefilín y recitar el rezo de la tarde. Cuando el rabino Baruj vio esto, elogió al rabino Lipsker hasta los cielos. El rabino Lipsker le respondió: "La esencia de cada judío es pura: solo tienes que saber cómo encontrar el camino correcto hacia su corazón."

En 1952, después de dos años de estudiar en la yeshivá en Meknes, seguí estudiando en la yeshivá Tomjei Temimim en Brunoy, Francia. Esta yeshiva fue fundada después de la Segunda Guerra Mundial con la llegada de muchos refugiados de Jabad de Rusia. Además de ahondar en textos jasídicos avanzados, todos los domingos viajábamos a París para enseñar allí a niños judíos. Estos niños estudiaban en escuelas públicas seculares de todo París, pero los domingos, el rabino Hilel Azimov, el emisario del Rebe en la ciudad, los reunía, y los estudiantes de la yeshivá estudiaban con ellos.

Un año, como parte de la celebración de Lag Ba’Omer, alquilamos autobuses y llevamos a unos doscientos de estos niños sefardíes a pasar un día entero en la yeshivá en Brunoy. Los niños rezaron con nosotros, comieron con nosotros y absorbieron el espíritu de la yeshivá.

El director de la yeshivá, el rabino Nisan Nemanov, le informó al Rebe sobre este evento, y compartió conmigo la respuesta del Rebe. Tal como lo recuerdo, el Rebe dio a entender que recibió tantas malas noticias, (ciertamente, la gente le escribía constantemente sobre problemas con la familia, la salud o los medios de subsistencia,) que ansiaba buenas noticias. Y reprendió al rabino Nisan por esperar una semana para reportarlo diciéndole: "Es una pena que te hayas retrasado tanto cuando tienes buenas noticias..."

Cuando el rabino Nisan me terminó de leer la carta del Rebe, me dijo: "Un día tú serás el emisario del Rebe y deberás notificarle sobre varios eventos. No cometas mi error. Cuando tengas algo bueno que informar, debes escribirlo de inmediato y notificárselo al Rebe."

No tomé sus instrucciones lo suficientemente en serio. Llegó un momento, cuando ya ejercía como Sheliaj del Rebe en Milán, en el que reuní en un álbum mis programas de Torá en cinco lugares diferentes dentro de la comunidad sefardí. Escribí los nombres de todos los niños, 193 en total, junto con los nombres de sus madres, los nombres de los maestros y los cursos de estudio. Cuando presenté este álbum al Rebe, él lo miró por un largo tiempo, leyendo cada nombre. Mientras estaba leyendo, le eché un vistazo a la cara del Rebe y vi una alegría pura brillando en su rostro. Cuando terminó, me preguntó: "¿De qué soy culpable que no supe nada de esto hasta ahora?"

Intenté corregir mi error y enviar un informe mensual al Rebe sobre mis actividades, pero a veces me retrasaba. Luego recibí una carta del Rebe: "Tu carta fue recibida luego de un largo intervalo... y si tu excusa es que no escribiste porque no había nada sobre lo que escribir, entonces eso mismo debería sugerirte que ... deberías trabajar para tener algo sobre lo qué escribir."

Pero me estoy adelantando en mi historia.


Después de siete años de estudiar en la yeshivá en Brunoy, viajé a seguir mis estudios en Nueva York. En aquellos días, cada estudiante de yeshivá tenía una audiencia privada con el Rebe en su cumpleaños. Pero, en Marruecos, nadie atribuía ninguna importancia a los cumpleaños, por lo que ni siquiera sabía la fecha exacta de mi nacimiento; solo sabía que era cerca de Purim; Sin embargo, aproveché la oportunidad para ver al Rebe.

Tan pronto como entré en su oficina, el Rebe me preguntó en qué fecha nací. No sabía lo qué responder, por lo que el Rebe me dijo: "Ya que no lo sabes, y siendo que Shabat es más sagrado que los demás días de la semana, vamos a establecer este Shabat como tu día de cumpleaños. Estudia (una porción de) Torá extra como es la costumbre en un cumpleaños, y con respecto a la costumbre de dar Tzedaká extra, debes dar el viernes antes del inicio de Shabat.” Y luego el Rebe me bendijo con éxito en mis estudios de Torá.

Después, escribí a casa, preguntándole a mis padres que me dijeran la fecha exacta de mi nacimiento. ¡Resultó que, efectivamente, ese Shabat era mi cumpleaños!

Después de algunos años más de estudio en la yeshivá de Jabad, me enviaron como Sheliaj del Rebe para servir como rabino de la comunidad sefardí de Milán. El Rebe me eligió para esta posición dado que yo no había abandonado las costumbres sefardíes de mi familia marroquí. El hecho de que esto fuera así tuvo mucho que ver con las instrucciones del Rebe al rabino Lipsker, muchos años antes, de no intentar alterar las costumbres de los judíos marroquíes sino simplemente enseñarles Torá.

Mientras estaba en Milán, me comprometí y fijamos fecha de matrimonio; un hombre llamado Carlo Zippel, patrocinador de las actividades de Jabad, mencionó esto en su audiencia con el Rebe, quien respondió: "Me informó que se casará pronto. Eso no necesito que me lo informes. Pero sí necesito que me digas si él podrá cubrir los gastos de la boda o no."

Cuando el Sr. Zippel regresó a Milán, me pidió que vaya a su oficina y me entregó un sobre que contenía una suma considerable de dinero. Y luego me contó lo que había dicho el Rebe. Lo entendí: el Rebe se ocupaba de todos los detalles relacionados con sus jasidim, como un verdadero padre.