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martes, 26 de enero de 2021

Los "Seis Recuerdos" de todo Sheliaj/Josid




Si bien el Rebe envió Shlujim por todo el mundo, hubieron tres oportunidades en los años 5736-7-8 (1976/7/8) cuando envió grupos especiales de Shlujim a Eretz Israel, que fue ese Shlijut definitivamente algo especial. El grupo conformaba ocho parejas y ocho bajurim. El día en que iban a partir se les informó que antes de Minjá el secretario del Rebe, el R
abino Hodakov, hablaría con ellos. Alrededor de las tres de la tarde les habló, poco después de haber estado en la habitación del Rebe. [Se infiere que lo que les dijo a los Shlujim, no eran sugerencias y opiniones propias.] La semana pasada recibí una sinopsis de lo que dijo. Creo que todos podemos tomarnos estas palabras a pecho para adaptarlas en nosotros mismos, así que las publico en conexión también con Yud Shvat.

Se presenta no como una guía solo para ese grupo seleccionado de Shlujim, sino para todos nosotros. Todos tenemos la responsabilidad y la capacidad de hacerle llegar el mensaje del Rebe a otra persona, grupo, comunidad o al mundo entero, cada uno en su forma particular. [Como introducción, cabe señalar que al final de Tefilat Shajarit decimos los Seis Recuerdos (seis puntos que la Torá nos indica recordar); el rabino Hodakov explicó cómo se supone que un Josid y Sheliaj debería aplicar esas pautas como medidor en su Shlijut].         1. Recuerda el día que dejaste Mitzraim. Jasidut explica que Mitzraim no solo se refiere a la servidumbre física de haber sido esclavizado en Egipto, sino que es un mensaje eterno: uno debe recordar que Hashem le ha dado una misión y, por lo tanto, también le posibilitó el cumplirla.
         Si sientes que no cuentas con la capacidad de superar los obstáculos, debes darte cuenta de que Hashem te sacó de esas limitaciones, y que tus capacidades potenciales son mucho más fuertes de lo que crees. Sal de tus limitaciones y tendrás éxito. Siendo que eres Su mensajero, no estás trabajando solo con tu propia fuerza, talento, etc. sino con los Suyos, y Él no está limitado.

        2. No olvides el día que estuviste junto al Monte Sinaí y recibiste la Torá. En Matan Torá hubo tantos milagros, ¿cómo puede uno olvidarse ese momento especial, [que la Torá tenga que advertirnos que no lo olvidemos]? Sin embargo, la naturaleza humana es que a medida que pasa el tiempo, nos enredamos y nos interesamos por cosas nuevas y a veces nos olvidamos del pasado.
        Cuando una persona comienza su Shlijut por primera vez, siente un Zejut tremendo y está eufórico, ya que fue elegido o se le dio la oportunidad de representar al Rebe y llevar sus enseñanzas a una comunidad. Sin embargo, a medida que van pasando los años y surgen problemas comunitarios, esta mentalidad puede enfriarse al punto tal de que se “olvida” por qué fui enviado aquí.         El remedio para prevenir esto es: No olvides los momentos que pasaste junto al Rebe, los Farbrenguens, el Yejidus, las respuestas y la guía que recibiste de él.         3. Recuerda lo que te hizo Amelek... que te atacó. Jasidut explica que la palabra que emplea para atacar es korjá, que tiene la raíz de Kar, frío. La forma en que Amalek atacó fue enfriando tu entusiasmo, pasión y fervor. "Por supuesto, soy un Sheliaj, pero qué tanto entusiasmo..." Desarrolla su Avodá tranquilo y sereno, etc. (enfriando así su inmenso mérito y responsabilidad)
        La única solución a este enfoque es erradicarlo de origen. Borrar y ahuyentar esos pensamientos por completo, ¡todos los días deben ser con pasión!
        4. Recuerda cómo hiciste enojar a Hashem: esto es una continuación y seguimiento del mandato de destruir la influencia de Amalek; ya que si Di-s libre Amalek tiene alguna entrada e influencia sobre ti, debes darte cuenta de que esto llevará jas v'shalom a una situación en la que tú también puedas encolerizar a Hashem.
        5. Recuerda lo que Hashem le hizo a Miriam [cuando habló despectivamente de su hermano].         Hashem nos creó de forma tal que cada uno tiene sus pensamientos y su forma de lograr las cosas. No siempre estás de acuerdo con el método y óptica de tus colegas. Pero incluso si no estás de acuerdo, asegúrate de evitar centrarse en lo trivial y meterse en esas disputas, ya que esa es la forma en la que el yetzer hara te desvía de concentrarse en lograr lo que tienes que lograr.
        En pocas palabras, no permitas que exista ni el más mínimo de discordia entre ti y tus colegas Shlujim / Jasidim, que los separe el uno del otro. Vivir juntos en paz y armonía         6. Recuerda el día de Shabat y santifícalo. Decimos esto no solo en Shabat o en Erev Shabat, sino que lo decimos todos los días de la semana. Uno de las halajot que se aprende de esto es: Si una persona ve algo bello durante la semana, debe comprarlo para usarlo en Shabat.         Lo mismo aplica para un Sheliaj, él tiene que saber que el "Gran Shabat" está llegando, y un día tendrá que rendir cuentas y demostrar que hizo todo lo posible (su Shlijut etc) para preparar al mundo para el Shabat: la llegada del Mashíaj.

        En palabras simples, todos los días uno tiene que reflexionar, ¿qué he logrado este día para elevarme a mí mismo y a mi entorno?

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