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domingo, 19 de marzo de 2023

El Leikaj que no comía

Rab Itzjok de Vitevsk (1767-1867) fue un reconocido Posek (Legislador de la Halajá) y sirvió como autoridad rabínica durante 75 años.

Aquellos que observaron a Rab Itzjok de cerca notaron algo inusual. En toda ocasión (donde se haya dado la oportunidad), se abstenía (por algún motivo) de probar Leikaj. Aún más extraño, cada vez que se le preguntaba al respecto, Rab Itzjok evitaba dar una respuesta.

Solo poco antes de su fallecimiento decidió hablar y dar una explicación. Cuando tenía veinte años, justo después de asumir su primer cargo rabínico, había asistido a una boda. Allí en la recepción estaban servidos varias tortas, budines etc sobre la mesa, y Rab Itzjok tomó un pedazo, recitó la Brajá correspondiente y se lo comió. Alguien que estaba cerca le preguntó por qué no había elegido el trozo de Leikaj, más grande y más hermoso para recitar la bendición, de acuerdo con lo que dice la Halajá, que uno debe recitar la bendición sobre el mejor trozo de comida que esté servido.

"La verdad es", dijo Rab Itzjok, "que me había olvidado de esa Halajá, pero como rabino joven, no quise admitir mi error."

En cambio, respondí: "Yo no como Leikaj."

Puede que haya olvidado los detalles de la Halajá, pero nunca quedé en culpa de la transgresión más grave, la de mentir. "Dije que no como, y desde entonces he cumplido con mi palabra", enfatizó el Rab.

Fuente: "Story Bites"

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