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lunes, 11 de noviembre de 2019

¿Por qué un Rab no comía Leikaj?

Un Josid del Alter Rebe que fue Rab en Minsk siempre se negaba a comer Leikaj (pastel de miel). Una vez reveló la admirable razón de este hábito poco común.

Por Dovid Zaklikowski, para COLlive

El Rabino Itzjok Aizik era un respetable estudioso de la Halajá (ley judía). Después de entrenarse bajo la tutela de Rabi Shneur Zalman de Liadi, fundador del movimiento Jabad y autor del Shuljan Aruj Harav, se desempeñó como autoridad rabínica durante 85 años. Era conocido como R' Aizik de Minsk, por la ciudad donde vivió la mayor parte de su larga vida.

Los que observaban (y conocieron) a Rab Aizik de cerca notaron algo extraño en su comportamiento: nunca comer Leikaj. Aún más extraño era, que cada vez que se le preguntaba sobre el tema, el rabino Aizik evitaba responder.

Solo poco antes de su fallecimiento lo explicó todo.

Cuando tenía 20 años, justo después de haber asumido su primera posición rabínica, había asistido a una boda. En la mesa se sirvieron varios pasteles y tortas diferentes, y el rabino Aizik tomó un pedazo de torta, dijo la bendición y se la comió.

Alguien que estaba cerca le preguntó por qué no había elegido el pedazo de Leikaj, allí presente y servido, un pedazo más grande y digno para recitar la Brajá, acorde con la Halajá (ley) de que uno debe recitar la bendición sobre la mejor porción (y el mejor alimento) disponible.

"La verdad era", dijo R' Aizik, "que se me había olvidado eso. Pero como era un joven rabino, no quería admitir que lo olvidé."
En cambio, le dijo en aquel momento a su interlocutor: "No como leikaj."

"Puede que haya olvidado ese detalle de la halajá," concluyó R' Aizik, "pero nunca quise quedar culpable de la transgresión más grave: la mentira. Dije que no como Leikaj y he mantenido mi palabra desde entonces. No he tocado desde entonces un pedazo de Leikaj".

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