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martes, 3 de septiembre de 2019

Maise: El criterio para aceptar o rechazar a un estudiante


Una conversación del Rebe Rashab con Rabi Simja Bunim Sofer (el Shevet Sofer)

Adaptado por R. Sholom Avtzon


Durante los diez años en los cuales el Rebe Rashab estuvo considerando abrir una Yeshiva, visitó numerosas yeshivot para ver por sí mismo qué aspectos debería incorporar en su yeshiva, y de qué debía estar al tanto.

Uno de las yeshivot que observó fue la famosa yeshiva en Pressburg, fundada por Rabi Moshe Sofer (el Jatam Sofer), y estaba ahora bajo el liderazgo de su hijo, Rabi Simja Bunim Sofer (conocido como el Shevet Sofer). En aquel momento tenía unos cuatrocientos alumnos.

“¿Cómo decides a quién aceptar en la Yeshiva?”, le preguntó el Rebe Rashab.

"Yo personalmente examino a cada estudiante", respondió el Shevet Sofer. "Sin embargo, el propósito de la prueba es solo parcialmente, para determinar el nivel escolar del alumno en cuestión. Más importante aún es que me da una idea de su irat shamaim. Te lo explicaré mediante el siguiente episodio.

Una vez, un joven se presentó para ser aceptado en la yeshivá. Era bastante evidente para los otros miembros directivos que era extremadamente erudito, así que fijé un tiempo para sentarme con él. Cuando entró en mi habitación, noté que no había besado la mezuzá.

Le di el beneficio de la duda de que tal vez su falta y descuido de besar la mezuzá al entrar era debido a sus nervios. Quería cerciorarme de que ese fuera realmente el caso, así que me disculpé por el surgimiento de algo urgente y tendríamos que posponer la reunión. Le indiqué que viniera a verme por la noche, y luego fijaríamos una hora para encontrarnos al día siguiente.

Por la noche observé cuidadosamente cómo entró en la habitación, pero una vez más no alzó su mano para besar la mezuzá. Le pregunté su nombre y algunos antecedentes para tranquilizarlo, y luego fijé una hora para reunirnos al día siguiente para debatir un tema talmúdico específico. Al salir, una vez más no besó la mezuzá. Cuando entró en mi habitación al día siguiente y una vez más no besó la mezuzá, le dije que esta Yeshivá no era para él."

El Rab de Pressburg (el Shevet Sofer) le explicó al Rebe Rashab:

“Los aires (vientos) de los maskilim (dando vuelta) son extremadamente poderosos y tentadores. Los maskilim intentan atrapar a nuestros estudiantes, especialmente a los mejores, y, por desgracia, han tenido éxito en muchas yeshivot. Entonces, si un joven tiene iras shomaim, aunque no sea el más grande erudito, puedo aceptarlo y lo aceptaré. Pero un muchacho que carece de iras shomaim, ¡eso no lo voy a aceptar! ¡Puede ser peligroso para todos los alumnos!

El Rebe Rashab también adoptó este enfoque. Fue extremadamente selectivo en cuanto a quién fuera aceptado, especialmente en los primeros años de existencia de la yeshivá.
Uno de los estudiantes originales fue Reb Eljonon Dov Marosov hi”d, quien, como todos saben, tenía una cabeza fenomenal y más tarde se convirtió en un mazkir (secretario) del Frierdiker Rebe. Mi impresión siempre fue que los otros jóvenes iniciales eran del mismo calibre.
Sin embargo, los documentos de los archivos de la yeshivá incluyen descripciones de todos los estudiantes y su progreso.

Sobre uno de los estudiantes, aparece registrado que tenía quince años y estaba en el nivel más principiante de Guemará. Sin embargo, su iras shomaim y kabalat ol eran excepcionales, y fue aceptado. Durante los siguientes cinco años se esmeró en su estudio y tuvo éxito, al punto tal que llegó a recibir smije de Rabanut.

Entonces sí, el Rebe Rashab fue cuidadoso e inicialmente se negó a aceptar a la mayoría de los alumnos. Pero eso era únicamente si había un defecto en su tmimuskait e iras shomaim, no si el problema era sólo aptitud académica o inteligencia. Más tarde, les daba a muchos el beneficio de la duda y, aunque algunos fueran problemáticos, otros se convirtieron en verdaderos Tmimim en todo el sentido de la palabra.

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