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miércoles, 31 de mayo de 2023

Honrando a su maestro

Un jasid Jabad que vivía en Vitebsk durante muchos años no tenía hijos. Varias veces había viajado a Liozna para suplicarle a su Rebe, Rabi Shneur Zalman, que despertara Rajamei Shamaim con las Tefilot y Brajot del Rebe, pero extrañamente, el Rebe cada vez le rechazaba su pedido, explicándole que no estaba en su poder ayudarlo.

Una vez más decidió buscar la ayuda del Rebe. A su Tzetl (pedido escrito) adjuntó una contribución caritativa (denominado Pidion Nefesh, "rescate del alma"). Nuevamente, el Rebe respondió que no estaba en sus posibilidades ayudarlo, pero esta vez le ofreció una recomendación sorprendente: que vaya a lo del Rebe Rab Shlomo de Karlin, diciéndole que "el Karliner" podría ayudarlo.

Ahora, es sabido cómo se sentían (y se sienten) los lubavitcher jasidim cuando se trata de ir a otros Rebes, que no son los suyos. Sin embargo, esta vez su propio Rebe lo había sugerido, la necesidad era enorme y los años pasaban, así que el jasid se dirigió a Karlin.

Al llegar a Karlin, consultó con algunos de los jasidim locales. Le recomendaron que el mejor momento para acceder al Rebe era cuando partía en uno de sus viajes. En el camino, el Rebe solía dar consejos y bendiciones a quienes lo acompañaban. Así que el jasid se quedó en Karlin varios días, hasta que finalmente el Karliner anunció que estaba a punto de irse de viaje, y que cualquier persona que necesitara algo de él podía acompañarlo. El jasid subió a bordo de la caravana de carruajes y carretas, que poco después se puso en marcha.

El Rebe y su séquito pasaron por muchos pueblos y aldeas. El viaje continuó, pero el jasid no había recibido aún ningún llamado a presentarse ante el Tzadik, ni indicio acerca del propósito del viaje. Finalmente, luego de que se detuvieron en cierta aldea, el Karliner convocó al jasid Jabad y le dijo que si le entregaba (cierto monto,) una cuantiosa suma de dinero, tendría el mérito de ser bendecido con descendencia.

El jasid no era un hombre rico, para nada. Ya de por sí todo este viaje prolongado había recortado profundamente sus recursos. ¿Qué podía hacer? Decidió finalmente que simplemente no podía cumplir con la demanda del Karliner. Se despidió respetuosamente del Rebe y se fue a casa, pero en su corazón se sentía resentido: ¿cómo podía un Tzadik pedir tanto, tanto dinero por una Broje?

Después de estar en casa por un tiempo, el jasid decidió volver a Liozna para visitar a su propio Rebe, Rabi Shneur Zalman. Cuando llegó su turno para una audiencia privada, el Rebe le preguntó si había ido al Karliner Rebe y, de ser así, ¿qué le había aconsejado el Tzadik?

El Jasid respondió que efectivamente había ido, y que invirtió mucho tiempo y dinero en un largo viaje con él, pero al final el Karliner le había pedido una enorme suma de dinero que no podía proporcionar, y ¿qué tipo de negocio es este, de exigir tanto dinero por una bendicion?!

El Rebe lo miró fijamente y luego comentó: "La razón por la que no tienes hijos es porque una vez insultaste (y le faltaste el respeto) gravemente a un Talmid Jajam."

"¡Pero nunca insulté a un Talmid Jajam en mi vida!" exclamó el jasid.

"Sí, lo hiciste", insistió el Rebe, "al gran erudito y Tzadik, el Rav de Lubavitch, Reb Isajar Ber, A"H."

"Pero nunca pensé que él fuera alguien especial", dijo el jasid.

"¿Así pensás?", se asombró el Rebe. "Deberías saber que Eliahu HaNavi se le aparecía todos los días.

"Está escrito en el Talmud Yerushalmi", continuó el Rebe, "que el proceso de apaciguamiento (por ofender a un Talmid Jajam) es pagar una 'litra' de oro. Pero como Reb Isajar ya no está en este mundo, ya no era posible que te disculparas." Hay ciertas autoridades rabínicas posteriores, sin embargo, que han dictaminado que incluso después de su fallecimiento, el pago de la litra de oro ayuda a aliviar la Kpeidá. El Karliner Rebe te llevó con él a todos aquellos lugares donde esas autoridades rabínicas están enterrados con el fin de obtener apoyo y respaldo frente a tu situación. Esa gran suma de dinero que te pidió era exactamente equivalente a un litra de oro. Desafortunadamente, dejaste pasar la oportunidad.

"Y yo mismo no puedo ayudarte en este asunto", le explicó el Rebe, "ya que Reb Isajar fue mi maestro, y un discípulo/alumno no puede dejar pasar o ceder/perdonar el honor de su propio maestro."

[Reshimat HaDevarim, vol. III, página 89.]

martes, 23 de mayo de 2023

La Broje en Shavuot al gentil

Las Seudot de Melave Malka que llevaba a cabo Rab Yeshaya de Korostir cada Motzei Shabat eran algo que daba para hablar. Los yehudim acudían en masa a Kerestir desde toda Hungría, y durante los Shabatot de invierno se apresuraban apenas terminaba el Shabat, después de Havdalá, a tomar el tren y para cuando llegaban, incluso a medianoche, se sentaban a participar de una Seudá muy especial, trasladándose a una atmósfera y deleite de otro mundo. Fue una de estas noches de Motzei Shabat, que Rabi Yeshaya mencionó y recordó a su venerado Rebe, Rab Tzvi Hirsh de Liska, y dijo: "A veces vemos milagros visibles que realiza un Tzadik, pero a los ojos físicos las cosas parecen ser naturales y evidentes." Y contó el siguiente Maise, el cual presenció con sus propios ojos durante la época que estuvo sirviendo y asistiendo a su Rebe.

Un día, llegó una mujer con el corazón quebrado al Rebe de Liska, y entre llantos le volcó su corazón. Estaba tan apenada que apenas logró sacar una frase de su boca: "Por favor, hagan que recupere a mi marido que me fue arrebatado." Después de recuperar un poco la compostura, la mujer le contó que su esposo había sido arrestado por la policía y encarcelado en la prisión de Kalev. Al escuchar el lugar de su encarcelamiento, el rostro del Rebe se iluminó e inmediatamente le ordenó: "Dirígete a la cárcel y dile al gerente y director de la prisión que el Rebe de Liska le está pidiendo que libere a tu esposo de la prisión." Mientras la mujer intenta digerir las palabras del Rebe, los familiares le aconsejaron que asuma las palabras tal cual y que creyera en ellas con total fe. No le era fácil a ella asumir las instrucciones del Rebe, ya que la llenaba el temor y la preocupación que también ella sera encarcelada por osar reclamar etc., pero ella se fortaleció en su Emunat Tsadikim y fue a la ciudad de Kalev. Durante un rato la mujer deambuló por la prisión sin saber qué debía hacer, hasta que de pronto un hombre fornido se paró frente a ella, y con voz firme le pidió una explicación por su deambular por el lugar, "¿A quién buscas?" preguntó el hombre, y con voz temblorosa ella respondió: "Al gerente y director de la prisión." Para su sorpresa, este hombre se presentó como el director del lugar, y ella vio en esto una señal del cielo. "El Rebe de Liska me envió, para que liberaras a mi esposo." Estaba segura de que el ministro estallaría en una risa divertida ante su inocente petición. Para su sorpresa, el funcionario le ordenó que se parara junto a la puerta de la prisión y le señalara a su marido, comentando: "¡Qué mérito! ¡Que el Tzadik de Liska me pida un favor!" Dio órdenes que sea liberado de inmediato, le devuelve todas sus posesiones e incluso le otorga una suma de dinero para tener que puedan viajar a casa.

"Y ahora les diré cómo mi Rebe conoció a aquel ministro, y por qué este estaba tan ansioso y gustoso de concederle su pedido", dijo Rabi Yeshaya y continuó contando. 
Este ministro cuando era joven vivía en un pequeño pueblo cerca de Liska, y siempre padeció hambre. Su infancia fue muy difícil, lo trataban mal, y los únicos en los que encontró un oído atento y algo tranquilizador eran los judíos del pueblo. Con ellos, él era como 'el Shabes Goi', y solía ayudarlos a cortar leña y extraer agua, y recibía de ellos a cambio un poco de comida para revivir su alma. Fue en la víspera de la Fiesta de Shavuot, cuando algunos de los habitantes del pueblo conversaban acerca de su próximo viaje a la ciudad de Liska, para la fiesta de Matan Torá en lo del Tzadik. Este joven se llenó de curiosidad por conocer esa experiencia de la que tanto se hablaba. "¿Quizás necesiten alguien que los ayude con el cuidado de la carreta y los caballos en los días de fiesta?", el joven les ofreció al grupo, y ellos aceptaron con entusiasmo la oferta, y lo invitaron a sumarse al viaje. Hizo efectivamente su trabajo durante los primeros días en Liska, pero de vez en cuando curiosamente espiaba a los judíos sentados en el Gran Shul, y se quedó atónito al verlos despiertos toda la noche encorvados sobre grandes libros, estudiando y rezando, y compartiendo algunas comidas. Un mundo nuevo e interesante se reveló ante él, y su corazón quedó especialmente cautivado por la personalidad del Rebe, de quien tanto escuchó. Su curiosidad aumentó al final del Yom tov, cuando toda la gente entraba a lo del Tzadik, y salían con rostros felices y tranquilos. Encontró entonces una oportunidad y decidió hablar también con el Tzadik. "¿Con qué te gustaría ser bendecido"? le preguntó el Rebe, y el joven respondió: "Estoy pidiendo una bendición para ganarme la vida, porque estoy harto de la pobreza en la cual vivo." Al escuchar la solicitud, el Rebe le sugirió que buscara un medio de sustento respetable, pero él respondió que había probado suerte y no le llegó. ¿No deberías revisar en los periódicos si hay un puesto adecuado para ti?" Y él respondió: "También ya lo hice, y solo encontré un aviso. En la ciudad de Kalev, están buscando a una persona decente y enérgica que pueda administrar la prisión local, pero soy una persona simple, sin experiencia y no me veo adecuado para ese gran puesto. "Oye mi consejo y ve a Kalev, y te bendigo para que te ganes el puesto." La bendición del Rebe fortaleció al joven, y probó suerte. Y, de hecho, sucedió lo increíble, fue aceptado de inmediato en el importante puesto. No pasaron muchos días, y ya se las arregló para amasar una importante fortuna, principalmente de los pagos de soborno que los visitantes le daban por visitar y encontrarse con los encarcelados. Un día, le envió al Rebe de Liska una carreta llena de todo tipo de regalos, pero el Tzadik se negó a tomar siquiera un solo centavo de él, como era su costumbre de no tomar nada de alguien que no sea yehudi. Todas las súplicas del hombre fueron en vano para que el Tzadik reciba como aprecio de agradecimiento, y finalmente el el rabino accedió a una cosa: “Prométeme que a su debido tiempo si necesitare un favor, me vas a ayudar y concederás mi pedido”, y el funcionario le aseguró que así lo haría, sin dudarlo. "Y aquí ha llegado la oportunidad", termina Rab Yeshaye su fabuloso relato. "En mérito de la Brajá que le concedió el Rebe entonces, pudo salvar a un yehudi y hacerlo regresar a su hogar".

Fuente: "Shabes Tish"

Un Madrij resuelve un problema en el campamento dando una importante lección

Los Madrijim del campamento de verano estaban perplejos. Todos los aparatos electrónicos habían desaparecido, como si se los hubiese tragado la tierra...

Para entender que fue lo que pasó, tenemos que remontarnos unos treinta años atrás, en algún lugar en Italia, un enorme complejo, una casa de veraneo (quinta de verano) ubicada entre la gran ciudad de Milán y la ciudad de Rímini. El dueño de esta finca, un Yehudi cuya riqueza se estimaba en cientos de millones, solo unos años antes de que suceda nuestra historia, se había recuperado de cierta enfermedad incurable, luego de que los médicos le habían pronosticado lo peor. En el apogeo de su grave enfermedad, este hombre rico, recurrió al Rebe de Lubavitch (a través de los Shlujim de Jabad en Italia), quien le pidió que observara meticulosamente las tres Tefilot del día y, milagrosamente, este hombre millonario se recuperó, contra todas las probabilidades. Continuó viviendo después de eso unos veinte años más y, a pesar de sus vastos negocios, dedicaba unas cuatro horas consecutivas todos los días a la Tefilá, con una devoción y una Kavaná que causaba asombro entre los que lo rodeaban. Cada año, el acaudalado ponía esta enorme estancia a disposición y para beneficio de grupos de niños, estudiantes jóvenes judíos de toda Italia, que no estudiaban todo el año en escuelas judías, y dedicados voluntarios los colmaban de Torá e Irat Shamaim, en combinación con actividades divertidas para intercambiar fuerzas y energías durante el verano, lo que vendría a ser los famosos campamentos "Gan Israel". 

A este campamento venían de todo Italia, pero particularmente de la gran ciudad de Milán y la cercana ciudad de Rímini, ambas al norte de Italia. Naturalmente, surgieron fricciones entre los grupos de jóvenes, feroces discusiones y competencias entre ambos. Quienes tenían más éxito, quienes eran mejores, los de Milano o los de Rímini.

Los Madrijim trabajaron incansablemente para hacer las paces entre los bandos e intentaban inculcarles la cualidad de Ahavat Israel y el respeto al prójimo, pero, en concreto, los resultados no siempre eran satisfactorios. 

El campamento llegó a su fin y los jóvenes de Rímini se iban y regresaban a sus hogares un poco antes, mientras que los demás niños, los de Milán se quedaron aquel día en un parque cercano. Tan pronto como regresaron del parque, los jóvenes de Milán descubrieron que faltaban varios aparatos electrónicos de sus bolsos y equipaje. La sospecha recayó sobre sus compañeros del campamento, los residentes de Rímini.

Como fuera mencionado, los Madrijim estaban desconcertados. En ese momento sentían un gusto amargo de fracaso en el Jinuj después de casi todo un mes inculcándoles Midot, valores y tradiciones judías, invirtiendo muchísimas fuerzas, físicas y económicas. La preocupación era aún más grande pensando en el Jilul Hashem que saldría de este incidente y no sabían qué hacer. [La opción de] ir a buscarlos a los jóvenes de Rímini y hurgar en sus bolsos no era una opción, en absoluto. No se podía culpar a todos, y además no alcanzaban con el tiempo para hurgar y revisar cientos de bolsos y valijas. 

De repente, uno de los Madrijim, de los más experimentados, se levantó, como recuperando el sentido. Rápidamente tomó un taxi que lo llevó a toda velocidad directamente a la estación de tren de Rímini. Después de esperar alrededor de media hora, llegó el tren con todos los participantes del campamento de verano que bajaban felices y contentos, al encuentro de sus padres que tanto los esperaban después de un mes sin verse. El Madrij se dirigió a los niños y a los padres con un anuncio dramático: "¡Atención! ¡Queridos chicos! Me acaban de informar que agentes antisemitas tramaron un complot vil contra ustedes y metieron maliciosamente algunos objetos de valor que no son suyos en los bolsos de algunos de los niños aquí presentes, y quieren difamarlos, escracharlos e incluso denunciarlos [dejando una muy mala imagen, etc.] Estoy seguro," continuó el Madrij a oídos de todos los chicos sorprendidos, "que se trata sólo de una falsa trama. Me han informado a su vez que la policía está en camino para revisar todos los equipajes, y debemos demostrar que toda esta trama es exagerada y sin fundamentos." 

Pasaron apenas unos minutos, y todos los presentes se sentaron para inspeccionar todos los bolsos, para verificar si tenían algún elemento que no era suyo. De repente dos estudiantes "descubrieron" que los antisemitas optaron por poner todo lo robado en sus valjas. Estos dos jóvenes, acompañados por sus padres le entregaron todos los aparatos (celulares, juegos electrónicos, consolas/computadoras, etc) al Madrij y le agradecieron por salvarlos de este 'humillante complot'... 

El Madrij volvió inmediatamente al campamento y le devolvió a todos los chicos de Milán todo lo que les habían robado unas horas atrás, mientras que todos los demás Madrijim se deleitaban fascinados de la exitosa maniobra para encontrar a los ladrones, en una forma honrosa, dignamente. 

Pasaron treinta años desde entonces. Aquel Madrij, Beri Lazar, creció hasta convertirse en el Rabino Berel Lazar. el Sheliaj y Rabino principal de todo Rusia. Hace muy poco tiempo, Rab Berel Lazar pasó un Shabat en una de las ciudades en Italia. Al dar una visita a la Sinagoga local (y disertar allí), uno de los presentes se le acercó y se identificó como uno de esos dos jóvenes y le dijo: "Puede que ni te hayas percatado hasta ahora, pero yo junto con mi compañero entendimos muy bien tu truco y maniobra que hiciste. No me voy a olvidar nunca cómo lograste, con tu idea tan genial, salvarme de la vergüenza frente a todos mis amigos y familiares. Tu noble acto tuvo un impacto tan profundo que decidí aprender más sobre judaísmo y desde entonces hasta hoy en día sigo el camino de la Torá y las Mitzvot", terminó diciéndole emocionado.

Otro de los presentes, que también conocía la historia muy de cerca, termina completando la historia con el siguiente comentario:
 "Sabelo, que de todos los cientos de chicos que participaron de aquel campamento que organizaron ustedes, fueron justo esos dos jóvenes, los que aparentemente los desilusionaron a ustedes luego de todo lo que dedicaron e invirtieron, fueron los únicos que terminaron siendo completamente observantes de Torá y Mitzvot!"

Para darnos una lección:  Tenemos prohibido desilusionarnos, y 'tirar la toalla' de sea quien sea que posee una Neshamá Yehudi.

martes, 9 de mayo de 2023

Lag Baomer - Maravillosa historia con el Rebe

La siguiente historia la escuché en la entrada al Ohel directamente de su protagonista, el Sheliaj Reb Alter Bukiet (de los Shlujim del Lubavitcher Rebe a la ciudad de Boston):

Lag Baomer 5744 (1984)

Es sabido que en Lag Baomer los Rebeim de Jabad impartían Brajot y proyectaban milagros y maravillas en lo que respecta a parejas que necesitan hijos (una descendencia sana y perdurable). Para Lag Baomer se sabía que gente venía de muy lejos para verlo al Rebe y recibir una Brajá de זרעא חייא וקיימא (simiente viva y duradera), y efectivamente muchos que no habían sido bendecidos con esto antes, tuvieron el mérito de tener familia.

Por lo general, las personas que venían a procurar una Brajá para hijos en Lag Baomer, lo esperaban al Rebe cuando entraba al Beit Midrash (a 770), temprano por la mañana. 

Sin embargo, en el año 1987 hubo un gran "desfile", una marcha por Lag Baomer frente a 770, y debido a las multitudes allí, el Rab Zalman Shimon Dvorkin, el Rab (autoridad halájica) de la zona decidió que las parejas que querían recibir la bendición del Rebe por hijos no se pararan allí cerca de 770 , sino que se dirijan a la puerta de la casa del Rebe en 1304 President Street, donde estaría más tranquilo y más privacidad.

Dado el hecho que se juntaría una multitud allí, y necesitarían de un Vaad Hamesader (un comité o Staff de organización) que vayan moviendo a aquellos que ya han recibido una Brajá, para permitir que otros se acerquen al Rebe, y dado que no era lo más apropiado que los Bojrim (muchachos jóvenes de Yeshiva) sean ese "Vaad Hamesader" el Rab Zalman Shimon Dworkin indicó que lo Abrejim del Kolel sean el "Vaad Hamesader".

Reb Alter Buket era entonces un Abrej en el Kolel, y también fue elegido para conformar el equipo "Vaad Hamesader" aquel Lag Baomer, al lado de la casa del Rebe. Reb Alter le solicitó a los responsables un pedido: por naturaleza no es alguien que podría 'pararse allí y mover/empujar a la gente'. Por otro lado, deseaba firmemente no perder el mérito de participar en esta noble y sagrada causa.

En base a su pedido, se decidió que su trabajo sería pararse junto a la puerta del automóvil del Rebe, abrir la puerta tan pronto como el Rebe llegue al automóvil y cerrarla inmediatamente cuando el Rebe se suba, para permitir que el conductor se ubique inmediatamente en su lugar y partir enseguida, sin demorar al Rebe ni siquiera por unos segundos.

"Nunca olvidaré aquel momento" - cuenta el rabino Buket. "Había muchas parejas allí. Abrejim de Anash y no de Anash, también había algunas parejas de Satmer [a pesar que aquella época fue conocida en la historia como un año muy muy difícil en las relaciones Satmer-Lubavitch].

"El Rebe salió por la puerta de su casa y llegó al coche solo después de 20 minutos... eso le tomó desde la puerta de la casa hasta el automóvil.
"Se oían llantos y exclamaciones. Hubo algunos que el Rebe bendijo, y otros que el Rebe "no escuchó"... Fue una escena dramática.

"Y aquí llegó mi turno. El Rebe llegó al auto, la puerta está abierta de par en par, estoy sosteniendo la manija de la puerta, con la presión de todas las personas que me rodean. Todos presionando contra la puerta del coche. Yo sostengo la puerta con fuerza para que no golpee al Rebe.
"El Rebe se sube al auto, se sienta, estoy a punto de cerrar la puerta y, de repente, en el espacio entre la puerta y el auto, se interpone un Abrej. Prácticamente introduce su cabeza y parte de su cuerpo adentro del auto y le dice al Rebe que está casado hace ya varios años y no tiene hijos, su nombre es ... el nombre de su madre ... el nombre de su esposa ... y el nombre de la madre de ella ...
"Noto que es un Abrej de Satmer, y le está pidiendo desesperado una Brajá al Rebe.
"La presión sobre la puerta está aumentando, y la sostengo con todas mis fuerzas, para que no se cierre y aplaste a este hombre.
"El Rebe le da una Broje, y luego, de repente, veo que el Rebe lo mira al josid Satmer y le dice las siguientes palabras: "Der Kind Vet Darfn Hobn Mit Vemen Tzu Shpiln Zij"... [= El niño necesitará de alguien con quien jugar]
"Ese Abrej realmente no entiende lo que el Rebe le está diciendo, y luego el Rebe le dice: "¡Zog Omein!"... [=decí Amen!]
"El hombre capta el asunto, y dice "Amén" en voz alta, y sale del auto. Cierro la puerta y el Rebe sigue su camino.
“Fue una frase que nunca antes había escuchado. Y me quedó marcada como una frase muy peculiar.
"Pasaron los años, me fui de Shlijut a Boston y la vida hizo lo suyo."

El 24 de Menajem Av es el cumpleaños de Rab Jaim Meir Buket, el padre de Reb Alter, quien ya había fallecido, y su lugar de reposo es en el Beit HaJaim de Montefiore, no lejos del Ohel.
En esta fecha del año 5759 (1999), Reb Alter decidió viajar desde Boston al Ohel, hacer allí una Tefilá y un pedido, y luego visitar la tumba de su padre por su cumpleaños.
Decidió salir de Boston por la noche, llegando alrededor de las 4:00 o 5:00 de la mañana, decir el Maane Lashon y regresar a Boston, para estar de regreso en la ciudad alrededor de las 9:00 para su día normal de trabajo.

Son las 5:00 de la mañana.
Reb Alter está de pie dentro del Ohel y lee el Maane Lashon, de repente ve un hombre claramente Jasid Satmer entrando al Ohel, con dos niños a su lado.
Le pareció extraño, a esa hora tan temprano.  Su curiosidad y asombro se multiplicó cuando después de que esta familia terminaran de leer su Pan, el padre les dice a los niños: "Nemt arois di Maamer"... "Saquen el Maamer" y sacan las hojas del Maamar 'Ita Bamidrash Tehilim' (el Maamar que es la costumbre de Jabad recita el muchacho en el día de su Bar Mitzvá"), y leen el Maamar ahí frente al Tzion. Reb Alter nota que el jasid Satmer lo mira con una especie de mirada pensativa. Mira y ve algo en él, pero no le queda claro si lo conoce, etc.

Se encontraron de nuevo afuera, mientras tomaban café con algunas galletas.
Reb Alter no pudo aguantarse y se acercó al padre para preguntarle de qué se trataba, qué pasaba aquí...
El Abrej Satmer le responde: "Estos niños - son 'Den Reben's Kinder', los hijos del Rebe, nacieron gracias a una Broje del Rebe".
Y me cuenta: "Estuve casado por varios años y no tenía hijos. Un día me acerqué al Rebe para pedirle una Broje, y el Rebe me bendijo, y luego el Rebe me dijo,"דֶּער קִינְד ווֶעט דְּאַרְפ'ן האָבן מיט וועמען צוּ שׁפּילען זִיךְ"... ¡"Zog Omein"! – [=El niño necesita tener con quien jugar. ¡Dí Amen!]
"Y gracias a esta bendición me nacieron los mellizos que ves aquí ante tus ojos"...

Ahí, como un rayo, lo reconoce Reb Alter: "Dime" - le dice, todo emocionado - "¿Cuándo fue eso? ¡¿No fue en el año 5744 en Lag Baomer?! ¡¿A la entrada de la casa del Rebe?!".. .
"¡Sí, sí! ¡Lag Baomer, me metí adentro del auto!" El Satmer le responde.
"No lo puedo creer" - le dice Reb Alter - "Fui yo quien sostenía la puerta del auto del Rebe con todas mis fuerzas para que no te aplaste por la presión de la gente allí amontonada"...
"¡Ahí está! Ahora entiendo" - le respondió el Satmer Josid - "Tu cara me resultaba familiar pero no podía recordar de dónde. Ahora entiendo." 
“Como puedes ver”, continúa diciéndole a Reb Alter, “estos son los dos niños, los gemelos, que nacieron gracias a la Broje del Rebe unos dos años después de aquel Lag Baomer. Y hoy es su día de Bar Mitzvá.
"Estos son los dos hijos que tengo. No tengo más hijos. Y son sus hijos, los del Rebe."

domingo, 7 de mayo de 2023

Opshernish - 3 Historias -



La celebración del Opshernish marca un primer hito en la educación del niño en la Torá y las buenas acciones, desde este día los padres comienzan a educarlo e introducirlo en las Mitzvot básicas, como vestir Kipa y Tzitzit, aprender las sagradas letras del Alef-Bet, las Brajot antes de comer y beber, y demás.

3 Anécdotas relacionadas con el Opshernish


Cuando Rabi Shalom Dobver, (el Rebe Rashab) tenía tres años, su abuelo el Tzemaj Tzedek dio indicaciones precisas respecto al acontecimiento, entre ellas, que toda la ceremonia del Opshernish se llevara a cabo en secreto, (sin mucha difusión sino más bien algo íntimo, por temor a Ain Hara). La noche previa a su tercer cumpleaños, ordenó que llevaran al niño a su habitación y que durmiera allí en su habitación. A la mañana, cuando se levantó, le ordenó a su asistente, Reb Jaim Ber que le haga Netilat Yadaim al pequeño, y que recitara con él las Birkot Hashajar, mientras él respondía 'Amén' a cada una de las Brajot del pequeño. Después de la Tefilá (Shajarit), el Tzemaj Tzedek llamó a su hijo Rabí Shmuel Shneerson (el Rebe Maharash), y a su nuera, la madre del niño, y les dijo: " פך השמן הרוחני - La vasija de aceite espiritual que entregó el Baal Shem Tov al Maguid de Mezritch, para ungir al Alter Rebe, a fin de ungirlo como Nasí para él y sus descendientes, he aquí, con este poder mi suegro fue ungido (para ser el Míteler Rebe, con este poder, fui ungido) y con este poder los estoy ungiendo." 

De las Reshimot del Rebe Rayatz, Sefer Hamaamarim 5710 pág. 163.

***

Naturalmente, a veces sucede que el niño del Opshernish se asusta por la atención inusual que recibe, por lo que en esta ocasión se pudo apreciar la sensibilidad de los grandes Tzadikim de Am Israel, ante el temor o angustia de los pequeños, que no entendían qué estaba pasando exactamente a su alrededor.

Durante la Levayá del Gaon, Rab Ovadia Yosef Z"L era imposible ignorar a uno de los asistentes, que estaba parado allí y lloraba sin cesar. Cuando luego de un tiempo vio las miradas desconcertadas de quienes lo rodeaban, contó su historia:
 "Cuando mi hijo tenía tres años, lo llevé a lo de Marán Rabí Ovadia Yosef para que le hiciera 'Jalake' y le cortara un poco el cabello. Cuando llegamos a su casa, vimos al Gaon saliendo de su auto, y para no molestarlo al ya haber entrado a su casa, le dí allí mismo unas tijeras, y le pedí que le cortara el cabello al niño ahí en la calle. Accedió gustosamente y como gesto de cariño le dio una ligera palmada en el hombro al niño. Ahora, mientras que yo personalmente me sentí alagado por la palmada del Gaón, mi hijo se asustó y salió corriendo...
Lo que pasó después fue lo siguiente: Rab Ovadia Yosef salió corriendo, siguiéndolo... Todos los transeúntes se sorprendieron cuando vieron al Gadol Hador corriendo detrás de un niño pequeño. Aunque traté de disuadirlo que no corra detrás de mi hijo, fue en vano. El Rab tenía entonces ochenta y cinco años y corría detrás de un niño de tres años, tratando de persuadirlo para que se detuviera, hasta que logró convencerlo, luego se inclinó y lo alzó en sus brazos.

"Lo que sucedió después fue realmente increíble. Durante unos 10-15 minutos, Rab Ovadia Yosef intentó apaciguar al niño y no se calmó hasta invitarlo a su casa, y luego de invitarlo y conversar con él le entregó uno de sus libros como regalo con una dedicatoria personal, mientras yo estoy allí parado pasmado y fascinado. Incluso después de todo esto, Rav Ovadia Yosef no se calmó, no hasta haber jugado con el nene y verlo sonreír de oreja a oreja. Entonces, ¿Cómo no voy a llorar por un hombre tan grande?!"...


***

Un hecho fascinante tuvo lugar con el Rebe de Lelov, el 'Birkas Moishe'. Uno de sus jasidim entró a verlo, para despedirse del Rebe y pedirle su Brajá antes de emprender un viaje a Australia, para participar en una alegría familiar. El Rebe dio su bendición, y agregó que se asegurara de hacerle el Opshernish a su pequeño hijo antes del viaje. El hombre estaba estupefacto ante la sorprendente indicación, ya que su hijo todavía tenía dos años, y faltaba todavía para su cumpleaños, pero por supuesto las palabras de su Rebe eran claras, sabiendo bien que no decía cosas por que sí. El jasid hizo lo que le aconsejó el Rebe, y le cortó el pelo a su hijo de dos años, tal como se estila (dejándole las Peot etc).

Cuando el Jasid llegó con su familia a Australia, el niño desapareció de la vista, y a pesar de la búsqueda desenfrenada por todo el aeropuerto, no lo encontraron por ninguna parte, hasta que la policía tuvo que intervenir en la frenética búsqueda, pero sin respuesta. Solo después de largas horas de profunda preocupación, uno de los Rabanim de la ciudad aparece con el niño de la mano. Resulta que el niño tenía muchas ganas de ver cómo era ese nuevo lugar, muy diferente de lo que estaba acostumbrado, y salió a la calle, donde caminó durante un buen rato, sintiéndose a gusto, sin saber que toda la familia lo buscaba desesperadamente. Cuando los policías lo encontraron, vieron que no entendía el idioma inglés y no podían comunicarse con él correctamente, pero dado que sus dos patillas bien acentuadas adornaban los costados de su cabeza, el policía se dio cuenta de que era un niño judío y lo llevó a uno de los rabinos que seguramente ubicaría e informaría a los familiares que el niño había sido encontrado.

Solo entonces los padres entendieron por qué el Rebe ordenó que le cortaran el pelo a su hijo ahora, antes del viaje, cuando el niño tenía apenas dos años.

[Cabe aclarar que una historia similar sucedió con el Rebe de Lubavitch y está registrada en Yalkut Opshernish de Reb Serebransky, pág. 110. Habría que averiguar las fuentes de ambas historias, y si sucedieron 2 historias realmente similares.]

Fuente: 'Hamebaser' del 13 de Iyar 5777


jueves, 4 de mayo de 2023

Rab Rafael Lapidus A"H




El Rabino Rafael Lapidus, un destacado Sheliaj del Rebe, director del Beit Jabad "Iarjo" en Argentina que enseñó y acercó a muchos a Idishkait, falleció esta semana. 

Tenía 69 años y padecía una enfermedad. והקיצו ורננו שוכני עפר והוא בתוכם.


El famoso Mashpia Reb Meilej Zwibel lo describió a Rab Refoel como alguien (con quien se) cumplía la "Kavone de Tomjei Tmimim."

Durante décadas, se desempeñó como Sheliaj del Shul 'Iarjo Jabad Lavalle' y el Beit Jabad en Buenos Aires, Argentina.

'Rafa', como se lo conocía cariñosamente, era una persona que irradiaba luz de Torá y de Jasidishkait, recuerdan familiares y amigos. A la gente le gustaba tenerlo cerca, ya que siempre traía una atmósfera alegre.

En el Beit Jabad Iarjo-Lavalle dirigió todas las diversas actividades diarias, así como los programas de Shabat y Yom Tov. Su Beit Jabad además alberga un dormitorio para estudiantes judíos que estudian en universidades de la zona, y muchos de los estudiantes fueron construyendo una conexión con el Idishait durante su estadía. También alberga una Mikve, una Mikve para Kelim y muchas actividades más, todo lo cual manejó con total dedicación.

“Fue increíble ver cómo las 24 horas del día la Torá y las Mitvzot eran su foco”, dijo uno de sus sobrinos. “Tenía la habilidad de transmitir los secretos más profundos de la Torá con una sencillez, permitiendo que sus oyentes y estudiantes los entendieran.”

Era muy común encontrar al rabino Rafa sentado en una mesa de su Shul escuchando pacientemente las preguntas de las personas que acudían a él para pedirle consejo sobre todo tipo de asuntos, tanto judíos como laborales. Siempre brindaba una respuesta con una sonrisa y un tono que te daba la confianza de que todo saldría bien.

Dedicó mucho tiempo al estudio de Torá, pasando varias horas estudiando Tania y el Shulján Aruj del Alter Rebe. Cada vez que lo veías estudiando, el placer era evidente en su rostro. Siempre se lo podía encontrar con un Séfer en sus manos, ya sea un Jitas, Likutei Sijot u otro libro de Torá.

Dejó a su esposa, la Sra. Jaya Leah Lapidus y sus hijos: Jana Teitelbaum – Sherman Oaks, CA; Devorah Kozlovsky – Miami, Florida; y Sholom Lapidus – Buenos Aires, Argentina.

También dejó a sus hermanos: Reb Daniel Lapidus – Brooklyn, NY; Reb Yosef Lapidus – Long Island, NY; Reb Jaim Eliezer Lapidus – Buenos Aires, Argentina; Reb Reuven Lapidus – Buenos Aires, Argentina; Reb Isi Lapidus – Buenos Aires, Argentina; y la Sra. Ruty Weiss – Sherman Oaks, CA.