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martes, 27 de noviembre de 2018

Yud Tes Kislev - Yekatrinoslav - 2 Anécdotas

Los Farbrenguens de Yud Tes Kislev en la infancia del Rebe 

Rab Najum Goldshmid creció en Yekaterinoslav, en la misma ciudad que el Rebe y su familia. Él relató:

[El padre del Rebe] El Rab Leivi Itzjak llevaba a cabo un gran Farbrenguen en Yud Tes Kislev que duraba varias horas, hablando toda la noche. Una gran multitud venía a escuchar mientras entretejía en sus charlas una finísima conexión de Kábala, Jasidut y Talmud. Durante todo el tiempo que su padre hablaba, sus hijos se quedaban de pie y escuchaban. Cuando concluía su charla, se desviaban a una habitación cercana, y tomaban sus libros hasta que continuara hablando.

Los niños de Yekatrinoslav también tenían su propia fiesta para Yud Tet Kislev, que se llevaba a cabo en una noche diferente, para no interferir con el Farbrenguen del rabino. Varios días antes, los niños comenzaban a recolectar dinero para su Farbrenguen, y el Rebe era quien lideraba esta tarea, ya que él era el mayor. Cocinaban kashe y disponían todo un banquete. Realmente era toda una fiesta!

Esta era la única vez que el Rebe se apartaría de su regla y se involucraba en otros asuntos además del estudio de la Torá; Todo el resto del año se sentaba y estudiaba Torá diligentemente.

(Early Years, p. 61)



Lo que perturbaba al Rab Leivi Itzjok en su exilio en Tz'iali / Eli Wolf


Otoño de 1941. El Rab Levi Itzjak está aislado en la remota ciudad de Tziali, en las llanuras de Kazajstán, no tiene ni pan para comer y a duras penas tiene un techo. Un exilio deprimente.

Había sido arrestado hace un año y medio, durante meses fue encarcelado con terribles interrogatorios y sentenciado finalmente con la condena de exilio cinco años en esta ciudad abandonada y desamparada.

A pesar de encontrarse en semejante situación deprimente, Reb Leivi Itzjak escribió una carta a su esposa, la Rebetzin Jana.

Así ella describe en su diario personal (fasículo 9) su carta:

"A fines de Jeshvan, recibí una carta de mi esposo, que se ocupó de enviarla rápidamente por temor a que la carta llegara demasiado tarde.

"Era un pedido que me hacía a mí, que me asegurara de que en el día de Yud Tet Kislev haya en casa un ambiente festivo, que sea servida una comida festiva y que la casa se limpie y arregle digna para la ocasión."

"En la carta se explayaba hasta en los detalles más pequeños, los cuales mi esposo no solía interferir (meterse) cuando estaba en casa. Me decía también que olvidara todas las cosas negativas y que me asegurara de que este día se festeje realmente como un verdadero Yom Tob."

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