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lunes, 30 de junio de 2025

"Hay quienes adquieren su Olam Habá con una sóla página"

Un joven americano había descubierto su gloriosa herencia [como Yehudi] y decidió llevarla a a la práctica, volviéndose un Baal Teshuvá pleno. Comenzó a estudiar Torá y a cumplir las Mitzvot con entusiasmo. Incluso cuando regresaba a la casa de sus padres, continuaba allí con sus estudios, con profunda dedicación.
Su padre, ya mayor, estaba muy distanciado del judaísmo tradicional y no entendía de qué se trataba todo eso. En ese tiempo ya se había jubilado, y pasaba sus días deambulando por la casa sin mucho que hacer. Observando a su hijo absorto en el estudio de Guemará, el padre quedó impresionado. La vida de su hijo parecía tan plena, tan rica en contenido y valores. Finalmente, un día se le acercó y le dijo:
—Enséñame una página de lo que estás estudiando.
—Será muy difícil para ti —le respondió el hijo con sinceridad—. Para entender la Guemará, primero hay que saber hebreo, y ni siquiera sabes el Alef-Bet. Además, hay un segundo idioma: el arameo.

Pero el padre estaba decidido. A pesar de todos los obstáculos, le pidió a su hijo que le enseñara al menos una página del Talmud. El hijo accedió y comenzaron a estudiar juntos. Sin embargo, como la visita era breve y esporádica, sólo podían avanzar durante sus encuentros ocasionales. Así, les llevó todo un año completar el Daf, esa única página.
Cuando por fin la terminaron, el padre exclamó con alegría:
—¡Quiero hacer una fiesta! ¡He terminado de estudiar una página entera del Talmud!

—Existe la costumbre de celebrar un Sium, una fiesta, al completar un tratado entero del Talmud —le explicó el hijo—, pero no por una sola página...
Pero el padre no cedió. Insistía en hacer su fiesta.

Sin saber qué hacer, el hijo acudió al Rabino Moshe Fainstein para consultarle si se podía llevar a cabo un Sium por una sola página de Talmud.

—Haz el Siyum —dictaminó el Rab Fainstein—. Y añadió con una sonrisa: ¡Avísame cuándo será! ¡Quiero participar en esa alegre ocasión!

Y así fue que se realizó un Sium por una única página del Talmud, estudiada con esfuerzo y devoción por un hombre junto a su hijo durante un año entero. Rab Fainstein asistió de hecho a la celebración y colmó de elogios al anciano padre, quien no dejó que ninguna dificultad se interpusiera en su camino para alcanzar su meta.

A la mañana siguiente, el anciano no despertó de su sueño. Había fallecido durante la noche, con lo que se conoce como מיתת נשיקה “el beso de Di-s”. Rab Fainstein también asistió a su funeral, y en el Hesped —el discurso fúnebre — declaró:
—El Talmud relata que hay quienes adquieren su Olam Habá [Mundo Venidero] en una sola hora. Hoy hemos visto que hay quienes adquieren su Olam Habá con una sola página.



[Adaptado por Ierajmiel Tilles de "Stories my Grandfather told me" (Mesorah), por Zev Greenwald.]
©JasidiNews 

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