El jasid Reb Dovid Leib Jen ע"ה contó el siguiente relato:
Uno de los jsidim distinguidos, en su camino a Lubavitch, se detuvo en una posada para recuperar fuerzas antes de continuar el viaje. Allí vio a una señora anciana judía rezando de un Sidur muy especial que había sido impreso por el Míteler Rebe: el famoso “Sidur Im Daj”, un sidur rodeado de explicaciones y Maamarim jasídicos en sus márgenes.
En aquellos años, aquel Sidur era algo muy raro y valioso. El josid se acercó entonces a la anciana y le pidió que le dé ese viejo Sidur; a cambio, él le obsequiaría un Sidur nuevo, con letras grandes y claras. Pero la mujer no aceptó de ninguna manera.
El jasid insistió, ofreciéndole además una buena suma de dinero junto con el Sidur nuevo, pero tampoco eso sirvió de nada.
El josid no comprendía la obstinación de la mujer: ciertamente ella no entendía los profundos discursos jasídicos que rodeaban el texto.
Finalmente, la anciana se dirigió a él y le explicó:
—Es que no entiendes: Si rezo todas las mañanas con un Sidur común, con el uso constante el Sidur se va gastando, los bordes de las páginas se rompen y con ellos también se desprenden algunas palabras de la Tefilá. En este Sidur, en cambio, aunque se rompen los bordes, solo se dañan las letras pequeñas que rodean las palabras de la Tefilá; pero las palabras de la Tefilá mismas quedan intactas.
De aquí aprendió el josid una enseñanza en el servicio a Hashem:
Quien no estudia Jasidut y cumple las Mitzvot de manera seca, al sufrir alguna falla, el daño repercute directamente en su Torá y en sus Mitzvot —en su propio judaísmo. Pero aquel que estudia Jasidut y sirve a Hashem siguiendo aquellas sendas, incluso si, jas veshalom, sufre una caída o un defecto, lo que se ve afectado son solamente los detalles, los Hidurim, las añadiduras, el "Jsidus" que la rodea, mientras que la Torá y las Mitzvot mismas permanecerán intactas y enteras.
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Enseñanza práctica: #1. Así como las notas jasídicas en el sidur “absorbían” el desgaste en lugar de la Tefilá misma, el estudio de Jasidut y la vida en su espíritu actúan como un “escudo” en la vida del yehudí: incluso si hay tropiezos, estos no afectan el núcleo de la conexión con Hashem.
#2. A veces uno piensa que los 'comentarios' o los Hidurim agregados son innecesarios, pero justamente ellos protegen lo esencial. En la vida espiritual, los detalles, las costumbres y los Hidurim cumplen ese rol: rodean y cuidan lo central.
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