Reb Nissan Nemenov era el mashpía de Tomjei Tmimim en Brunoy, Francia. Además, también se desempeñó como Menahel de la Ieshivá y, en consecuencia, tuvo que asumir también la responsabilidad financiera. Por lo tanto, cuando viajaba al Rebe para Iud-Tet Kislev, se quedaba todo el mes de Kislev y visitaba distintas ciudades en EEUU y Canadá para recaudar fondos para la ieshivá.
En un Yejidut, le dijo al Rebe que a veces sucede que llega a la casa de una persona y le pide una donación para la ieshivá, pero percibe que la persona se está forzando a dar, y siente, o intuye, que al menos en ese momento, la persona está ajustada y realmente no dispone de ello. Entonces se siente mal, ya que está presionando a alguien para que done dinero a Tzedaká, mientras que esa persona quizá no cuenta con dinero extra.
En esencia, estaba preguntando qué debía hacer la próxima vez que se encontrara en esa situación: debía pedirle a la persona que apoye económicamente a la ieshivá o no.
El Rebe respondió: “Ober, fundestvegn, Ir Tut Im a Toibo" Pero, de todos modos, le estás haciendo un favor a la persona” \[es decir, que debía seguir pidiendo].
Cuando escuché esto en un farbrenguen, se dio un debate respecto a cuál era exactamente el favor que se le estaba haciendo a la persona.
En conclusión, puede explicarse de diversas maneras. Aquí mencionaré dos, que en realidad pueden ser una sola.
En Parshat Vaikrá, el pasuk dice:
"וְנֶפֶשׁ כִּי תַקְרִיב קָרְבַּן מִנְחָה לַה'..."
“Y cuando un alma ofrezca una ofrenda Minjá de harina…”. Rashí señala que únicamente en la ofrenda de harina dice el Pasuk que “un alma” la trae, pero no cuando una persona trae un ave (paloma o tórtola), ni siquiera cuando trae un animal. Y explica que, dado que le es difícil a la persona pobre traer incluso una ofrenda de harina, la Torá lo considera como si hubiera ofrecido su Nefesh, su propia vida.
Lo mismo aplica aquí: cuando una persona que está pasando necesidades, pero aun así da Tzedaká, Hashem lo considera como si hubiera dado mucho más que dinero; ha dado su vida, y por ello es recompensado en consecuencia.
Hay otra manera de explicarlo: Nuestros Sabios nos enseñan que Hashem nos paga “medida por medida”. Por lo tanto, la manera en que uno actúa con los demás es la manera en que Hashem actuará con uno.
Así, cuando una persona va más allá de sus posibilidades, Hashem también le dará más de lo que merece. En terminología jasídica, esto se llama “por encima de la naturaleza”, ¡Lemala Mimedidá Vehagbala!
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