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jueves, 30 de abril de 2020

El gustito del Shabat - Descubierto en época de Coronavirus

La esencia del Shabat en su máxima expresión en época de coronavirus

Historia personal compartida por un lector de JASIDISHE NEWS



"En casa no respetamos Shabat pero sí somos tradicionalistas y nos juntamos todos los viernes por la noche, hacemos el tradicional Kidush, la Brajá de la Jalá y la cena sin teléfonos celulares. Después de la cena se prende la televisión y culmina todo espíritu posible de Shabat.

En este momento difícil que vivimos, teniendo que sobrellevar el angustiante coronavirus en el mundo y a nuestro alrededor, es que vivencié esta experiencia tan especial.
A diferencia del resto que no trabajan, yo recibí un permiso y de hecho nunca dejé de trabajar. De hecho trabajé más que antes. Soy coordinador en casas donde viven chicos especiales y con problemas. Desde que había empezado la cuarentena acá en Israel hace ya dos meses, me estaban tocando todos los turnos de los viernes en la tarde hasta las 10 de la noche. Por lo que mi esposa se quedaba sola todos los viernes por la noche (ni a su mamá podía visitar, por precaución al ser persona de riesgo.)

De casualidad el viernes pasado me cambiaron el horario y no me hicieron trabajar.
Aquel viernes por la mañana en casa mi señora no se sentía bien, la casa un poco desordenada y por uno u otro motivo transcurrió su día con un muy mal humor. Tengamos en cuenta que el hecho de no poder salir de casa lo tensiona a uno, y cada segundo que pasaba se ponía mas y más de mal humor.
Al atardecer, cociné la comida para la cena de Shabat, y un rato más tarde tomé a mi bebé de 5 meses en mis brazos, me puse una Kipá, agarré el Sidur y me puse a rezar. Recé con mucha kavaná, bailé con mi hijito el Leja Dodi. Cerré los ojos mientras rezaba y le pedía a Di-s que haya Shalom Bait en casa.
En el medio de mi Tefilá de Arvit-Kabalat Shabat bailando con mi hijo en brazos, se me acerca mi esposa y me dice que quería prender las velas de Shabat. Le recité luego el “Eshet Jail” como si yo mismo hubiese escrito ese poema tan hermoso para ella. Canté en la mesa de Shabat todas las canciones habidas y por haber y hasta mi esposa se sumó. Ella ya con una sonrisa, se la veía como la Reina de Shabat y hasta la comida tenía un gusto especial y sabroso.

Hoy solicité no trabajar más los viernes para poder disfrutar cada Kabalat Shabat en casa y no perderme más ese gusto tan especial.
Gusto a esencia de Shabat.

SHABAT SHALOM

I.R.


***

[Nota de redacción: la historia se publicó tal como la recibimos, pero cabe aclarar que el encendido de las velas de Shabat debe ser antes del anochecer. Encenderlas luego del horario, al comenzar Shabat, no sólo que no implica una Mitzvá sino que se está transgrediendo y profanando de ese modo la santidad del día!! 
(en la historia también es posible que haya encendido antes del anochecer)] 

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