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viernes, 1 de abril de 2022

Dirección equivocada - Maise para Shabat Tazria

Si no tiene los medios para un cordero, deberá tomar dos tórtolas o dos pichones de paloma(Vaikrá 12:8)

Reb Zushe de Anipoli solía decir: "Cuando vaya a pararme ante la Corte Celestial, no temo a que me pregunten: "¿Por qué no fuiste como  Moshé Rabeinu?" Yo no estuve preparado ni reuní las condiciones para llegar a ser Moshé. Pero sí tiemblo por el día en que se me demande: "¿Por qué no fuiste Zushe?

La Rebetzin Deborah Leah, hija de Rab Menajem Mendel de Lubavitch, contó:


“En la ciudad de Vítebsk vivían dos comerciantes de té, ambos llamados Hoshea, conocidos como 'Hoishy el grande' y 'el pequeño Hoishy'. 'Hoishy el grande' era un hombre muy adinerado, con un establecimiento grande y respetable y una red de distribución bien desarrollada. 'El pequeño Hoishy' era un pequeño empresario, manejando su negocio y viviendo el día a día, 'remándola' y siempre luchando por conseguir préstamos para mantenerlo a flote.

Un día llegó un mensaje a la aldea: los funcionarios de aduanas habían confiscado uno de los cargamentos de té del pequeño Hoishy en la frontera. Para el pobre hombre esto significaba la ruina total. No solo perdería todo, sino que se quedaría con deudas aplastantes que nunca podría pagar.

“Yo estaba allí”, relata Devorah Leah, “cuando le dieron la noticia a Reb Hoishy, que estaba en Lubavitch en ese momento. El desafortunado hombre se desplomó, cayó desmayado; una y otra vez lo reanimaban, pero en cuanto recordaba lo ocurrido, colapsaba una vez más.

Corrimos hacia mi padre y le contamos sobre el estado de Reb Hoishy. Mi padre instruyó que cuando Reb Hoishy sea reanimado nuevamente, debemos decirle que hubo un error, que el mensajero se había equivocado. Poco después, el asunto fue aclarado. Resulta que el envío confiscado pertenecía al otro Hoishy, el comerciante de té, "Hoishy el grande", que (para él) apenas sentiría la pérdida.

“Mi padre siempre sostuvo que nunca realizó Moifsim (maravillas y milagros sobrenaturales). Ahora, los jasidim que habían presenciado el incidente afirmaron que 'lo habían atrapado con las manos en la masa' con esta hazaña sobrenatural. “Están equivocados”, respondió mi padre a esta “acusación.” “No hay nada milagroso en mi predicción. Verán, nuestros Sabios nos dicen que cada vez que Hashem hace que una persona pase por un desafío o prueba en su vida, siempre le proporciona la capacidad y la fortaleza para soportarlo y aprender de la experiencia. Por lo tanto, cuando vi que le sobrevino una calamidad la cual Reb Hoishy no estaba preparado y no podía soportar, entendí que no era para él. Obviamente, debe haber habido algún malentendido... .’”

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