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lunes, 1 de abril de 2019

Maise admirable con la Rebetzn: "Me considero una Jasidá del Rebe"




En el barrio de BoroPark vivía una familia que eran parientes cercanos del Rebe. Cada asunto que surgía solían consultar con la Rebetzn, y ella es la que pasaba el mensaje al Rebe y luego su respuesta a la familia. Cierto día recibe la Rebetzn un llamado teléfonico en el cual le informan que un miembro de la familia está muy enfermo y luego de varios análisis extensos en el hospital, determinaron los médicos que debía pasar una operación. Estaban pidiendo la autorización y brajá del Rebe para la operación.

Cuando la Rebetzn le transmitió el mensaje, el Rebe respondió que de ninguna manera hacer la operación. La Rebetzn entregó esta respuesta a la familia. Sin embargo, días más tarde llamaron de vuelta. Los médicos dijeron que debido al rechazo a realizar la operación, la situación empeoró y ahora puede llegar a estar en peligro de vida. Pedían por lo tanto el consejo y Brajá del Rebe por segunda vez.

La Rebetzn Jaya Mushka respondió que en Lubavitch no se pregunta dos veces. "Me considero una Jasidá del Rebe. Y por lo tanto, me conduzco tal como los Jsidim; no puedo preguntar nuevamente", dijo ella.

"¿Qué hacemos entonces?!" preguntaban del otro lado de la línea.

La Rebetzn les dijo que cuando el Rebe llegue a casa y me pregunte si hay novedades de la familia, entonces le contaré los detalles, la situación; pero preguntar, no lo haré de nuevo.

Cuando el Rebe llegó para la cena, le preguntó a la Rebetzn: ¿Escuchaste algo de ellos? Y la Rebetzn pasó a contarles tal como estaba la situación. Luego le aclaró: "No estoy preguntando, sólo cuento la situación".

El rostro del Rebe se puso serio, y luego de un momento dijo: "Vuelvo a repetir, no operar!"

La clara respuesta se la trasmitió a la familia, y luego de unos días vuelven a llamar. Cuentan ahora que los médicos dijeron que la situación empeoró aún más, la señora (la madre de la familia) está ahora en peligro de vida. Los médicos exigen que firmen una constancia que el hospital ni los médicos ya no se hacen cargo de la vida del paciente. A esto respondió la Rebetzn: "El Rebe ya respondió dos veces, de forma tajante, que no debía hacerse la operación."

Nuevamente preguntaron: "¿Qué hacemos?"...

Cuando el Rebe llegó a casa esa noche la Rebetzn le contó todo el desarrollo del problema. El Rebe dijo: "¿Por qué no intentan con remedios?" La Rebetzn inmediatamente llamó a la familia y se apresuró en pasarles el mensaje, para que se lo digan a los médicos.

Los médicos se reían, "El Rabbi sabe más que nosotros de medicina? Nosotros afirmamos que sólo una operación la puede salvar, y no depende de medicamentos!"

Pero los miembros de la familia creyeron en las palabras del Rebe y fueron de clínica en clínica, quizás encuentren un médico que los ayude. Y efectivamente, encontraron en cierta clínica un médico que consideró sus palabras. "Creo que ya sé a que medicamento se refiere el Rebe. Dado que visto un guardapolvo blanco y puedo entrar a la habitación que desee, visitaré a vuestra madre, y le aplicaré una inyección con ese remedio, veremos luego los resultados."

Luego de algunos días los médicos informaron que la situación como que de repente detuvo su progreso. No podían explicarlo, pero dejó de empeorar. Aquel médico tenía un panorama muy optimista de la situación, explicando que se debía a la medicación aconsejada por el Rebe. Y pasó nuevamente a aplicarle otra dosis, para luego de dos días los médicos informaron una mejoría en su situación. Así pasaba el médico que la trataba con su medicamento hasta recuperarse por completo, ser dada de alta y volver a su casa sana y salva.

Por supuesto que fueron contándole a la Rebetzn de todo este progreso; y cuando la Rebetzn le contó al Rebe que ya había vuelto a su casa, el Rebe dijo:

Cuando me preguntaron acerca de operar, vi que si realizaban la operación, no podría bajarse (a partir de entonces) de su cama...por eso es que dije no operar bajo ninguna circunstancia. Cuando me preguntaron por segunda vez, pensé que los médicos, al notar que se empecinan tanto contra la operación, buscarían ellos otra solución, por medio de medicinas, etc. Cuando vi que no lo consideraban, tuve que aconsejar de forma explícita respecto a medicinas."

La Rebetzn contó esto, y dijo que el Rebe agregó:

"Ahora se ve cuánto debe uno acatar a lo que le dicen, incluso cuando todos los expertos digan lo contrario."


Oído de boca de R' Leibel Groner

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