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jueves, 3 de marzo de 2022

Su nombre brillaba!

Un grupo de jasidim estaba viajando desde Cracovia a lo de su Rebe, el Joize ("Vidente") de Lublin. Cuando llegaron, luego de un viaje de varios días, el Baal Hagole (el chofer de la carreta) les pidió si podían ser tan amables de acercarle su Tzetl (nota y pedido) al Rebe, entre las otras cartas que habían traído de la gente de Cracovia. Ellos felizmente accedieron.

Cuando entregaron todos los Tzetl's (cartas), el Rebe comenzó a leerlas, cuando de repente tomó una y dijo: “¡Wow! ¿Quién escribió este Tzetl? ¡Su nombre está brillando, irradia una luz especial!” Explicaron que era del carretero, y el Rebe dijo: "Debe haber algo especial en este hombre."

Después de su audiencia con el Rebe, los jasidim decidieron ir a buscarlo al Baal Hagole y descubrir qué tenía de especial. Fueron a la posada (donde se hospedaban) y encontraron su carreta y caballos, pero no al carretero. Recorrieron la ciudad buscándolo, hasta que llegaron a un mercado al aire libre, y allí estaba, cantando y bailando felizmente. "¿A Qué se debe la ocasión?" le preguntaron, y él explicó que se trataba de una boda de dos huérfanos.

Le preguntaron su relación con la celebración y él explicó:

“Después que ustedes se hayan ido a lo de su Rebe, me fui a ocuparme  del mantenimiento de la carreta, dí de comer a los caballos y luego salí a caminar por la ciudad para dar una vuelta. Pasé por el mercado y vi gente cantando y celebrando. Pregunté de qué se trataba y me dijeron que estaba por comenzar una boda entre dos huérfanos.

“Percibí también allí mismo murmullos desdichados. 'Oh', me dijeron, 'hay en realidad una mezcla agridulce de sentimientos encontrados. Las personas que organizaron el matrimonio le aseguraron al novio que la novia le obsequiaría un Talit. Desafortunadamente, esto no pudo ser, ya que ambos son muy pobres.'

"¿Qué hice?" cuenta el carretero. “Rápidamente me abrí paso entre la multitud, y cuando llegué a la novia, saqué el dinero que tenía encima, se lo di y le dije: 'Toma, con este dinero cómprale a tu novio un Talit '. .  No me debes nada. No te preocupes.'

“Inmediatamente después de eso, la boda se llevó a cabo sin problemas. Y por eso estoy cantando y bailando en este momento”, concluyó el carretero. “Puede que no me haya quedado mucho dinero en el bolsillo de todo este viaje, pero me complace saber que un nuevo hogar judío se forma en paz y alegría.”

En ese momento, les quedó claro a los jasidim por qué el nombre de este sencillo Baal Hagole brillaba tanto. Fue porque se presentó e hizo su parte inmediatamente cuando se le presentó la oportunidad de una Mitzvá.

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¿Cómo podemos estar atentos a las “pequeñas” Mitzvot que marcarán una gran diferencia? Aprovechando cada oportunidad que se presente.

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