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viernes, 17 de marzo de 2017

Mamtak leShabat - Ki Tisá -

Dos personas que estaban muy enfermas, compartían la misma habitación de un hospital. La cama de uno estaba cerca a la ventana y el otro estaba del otro lado de la habitación. Debido a la condición en la que estaban, se quedaban en sus camas sin poder levantarse.
Todos los días al mediodía, cuando sentaban al paciente de la cama junto a la ventana para que pueda comer, le describía a su compañero de cuarto todo lo que ve por la ventana.
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El paciente que estaba acostado en la otra cama escuchaba atentamente las descripciones de su amigo, y se regocijaba de la dinámica y los colores del mundo exterior - por la ventana se veía un lago con cisnes, niños haciendo barquitos de papel, gente paseando y riéndose, flores de varios colores, a la distancia se podía ver el horizonte. .. estas descripciones lo animaban al paciente, sacándolo de su enfermedad mientras cerraba los ojos e imaginaba el mundo ahí afuera...
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Después de un tiempo el paciente de la cama junto a la ventana murió y unos días después pidió aquel paciente de la cama en la punta de la pieza: "¿Puedo pasarme a la cama cerca a la ventana?" "Con mucho gusto", dijo la enfermera, y lo pasó a la cama junto a la ventana.
El hombre estaba feliz y lentamente, con mucho dolor, se incorporó sobre sí y trató de mirar por primera vez en mucho tiempo, el mundo real de allí afuera, llegó a la ventana, pero para su sorpresa, vio un muro blanco y sellado.
Cuando volvió la enfermera le dijo el paciente: "Esta ventana esta sellada y no da a nada! Mi compañero de cuarto solía describirme maravillosas cosas que veía por la ventana, y todo lo que se puede ver por la ventana es una pared blanca ...!"
La enfermera lo miró con lástima y le respondió: "su compañero ya fallecido era ciego, ni siquiera ese muro blanco blanco podía ver ..."
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En la Parashá esta semana, leemos que Moshe le pide a Hashem que perdone a Am Israel por el pecado del becerro de oro y Hashem acepta y perdona. Moshe aprovecha la oportunidad y le dice:" Si encontré gracia a Tus ojos, por favor, hazme saber Tus formas (de conducirTe) y caminos", explica la Guemará (Brajot), que Moshe le pregunta a Hashem ¿cómo es que hay justos que les va mal y malvados que les va bien? Que Hashem pueda explicarle la forma en que maneja el mundo.
Y Hashem le dijo: "También lo que me pediste te concederé... Te pararás en la piedra... y taparé mi faz de ti... y verás mi parte trasera, más mi rostro no podrás ver".

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Hay una explicación maravillosa sobre esas palabras: Te daré una posibilidad, una vez, que puedas observar todo desde mi punto de vista, verás que todo es bien y no hay mal que salga de arriba, pero te doy este derecho sólo por un corto tiempo y luego continuaré ocultando las cosas de tus ojos "y verás la parte trasera" a veces puedes mirar hacia atrás y entender por qué las cosas sucedieron como lo hicieron, y decir ahora entiendo por qué era para bien", y Mi rostro no podrás ver" mirar para adelante y entender por qué las cosas suceden así no siempre serás capaz de saberlo, porque que una persona no puede vivir sabiendo el futuro.
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En otras palabras, Hashem le dice a Moshe, en nuestro mundo todo es bueno sólo que somos ciegos y no podemos ver el interior y aquí está nuestra elección de ponernos tristes o enojarnos por qué Hashem no planeó las cosas como queríamos, o elegir mirar el mundo con alegría y darse cuenta de que el mundo puede ser maravilloso si reflexionamos internamente y entender que no hay mal que caiga de arriba.
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Que tengamos el mérito de ver lo bueno en su forma más visible, en la vida personal de cada uno y una, y en nuestras vidas como pueblo, con la verdadera y completa Gueulá inmediata y concretamente.
Shabat Shalom
Rab Nejemia Wilhelm
Jabad Bangkok, Tailandia


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